El mundo está cambiando y lo que era destructivo y perseguido hoy aparece como como salvación económica, la panacea para el país y la humanidad. Si bien es cierto que las plantas son creación de Dios a través de la naturaleza, sus propiedades traen beneficios, pues hay una razón de ser para cada cosa en el mundo. Los animales cumplen una función específica, pero aquello no significa que todos sean aptos para el consumo humano. Sin embargo, el hombre en su curiosidad es capaz de inventarse cualquier cosa para consumir especies exóticas, aun venenosas, para experimentar sensaciones.
El cannabis es una planta natural que indudablemente contiene propiedades de orden medicinal, lo mismo la amapola y la hoja de coca entre otras, pero el humano descubrió que al consumirla bajo modalidades experimentadas producen sensaciones “extraordinarias” y placenteras, alterando la psiquis y desvirtuando la realidad cognitiva del hombre, creando adicciones que terminan destruyendo la integridad de la persona humana.
Estas plantas naturales como el cannabis son utilizadas para fines perversos que han causado enormes problemas en el mundo, pues la marihuana fue precursora del narcotráfico y aun mantiene un lugar privilegiado en la economía del vicio. El opio proviene de la hoja de la adormidera verde o amapola, de la que también se extrae el látex de su cabeza produciendo la morfina y codeína, muy utilizadas como analgésicos, narcotizantes e hipnóticas, también la heroína poderosa droga adictiva que destruye al consumidor.
Pues bien, el cannabis índigo o sativa contienen una sustancia llamada cannabol con THC (tetrahydrocannabinol) que es tremendamente adictiva y cuando se utiliza de manera recreativa produce placer y escape de la realidad. La marihuana ha tomado tanto protagonismo en la vida humana que su consumo por inhalación supera los 250 millones de personas en el mundo que habitualmente son consumidores por inhalación, solo en Estados Unidos el 51% de la población la ha probado.
Su uso industrial como el cáñamo y el medicinal a base de aceites, pomadas y bebibles, ciertamente producen efectos positivos como paliativos y otros coadyuvantes a ciertas enfermedades, pero de ahí a su uso indiscriminado de libre venta como se pretende, hay un abismo peligroso, puesto que el organismo absorbe las sustancias químicas procedentes de los cannabinoides que son liposolubles, es decir se almacenan en los tejidos grasos permaneciendo por tiempos prolongados.
La marihuana ciertamente ha traído más males que bienes, el drama de familias afectadas por la dependencia de alguno de sus miembros, esta planta ha sido la puerta de ingreso a la drogadicción. La gran mayoría de atracos y asesinatos son realizados bajo efectos de la marihuana y que decir de la inmensa cantidad de muertes que ha dejado el narcotráfico. Ahora su uso medicinal abre las puertas a los cultivos legales y al uso recreativo, que seguramente será el paso siguiente a la libertad plena que ya ha sido aprobada en varios países, de tal manera que se cambia salud por dinero, sin medir las tremendas consecuencias para la humanidad, al dar rienda suelta al uso proclive al vicio y las sensaciones extremas.