José Gregorio Hernández Galindo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Abril de 2016

CERTIDUMBRES E INQUIETUDES

Proceso de paz

 

 

EN los asuntos relativos a la paz, que, como proclama el artículo 22 de la Constitución, es un derecho y a la vez un deber de todos, las cosas tienen que ser analizadas con objetividad y con mesura, sin caer en excesos. Lo correcto es apoyar los procesos, sin perjuicio de la sana crítica.

Como lo dijimos en su momento respecto a las Farc, es indudable la importancia que tiene la decisión gubernamental de entrar en conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (Eln).

Desde luego, pensamos que el Presidente de la República ha debido insistir mucho más en las exigencias mínimas a la organización guerrillera, particularmente en lo que toca con los secuestros y con los ataques a la infraestructura energética del país. Por eso, habiendo afirmado el doctor Santos, de manera terminante, que no iniciaba las conversaciones sino sobre la base de la liberación de personas plagiadas, es cuando menos una contradicción -con la consecuente pérdida de autoridad- que el proceso haya principiado cuando la liberación de Ramón Cabrales fue pagada- es decir, hubo extorsión y no acto humanitario  y cuando solamente después de iniciado el proceso, el Eln ha dejado libre a un miembro de la Fuerza Pública y al ex gobernador  del Chocó.

No obstante, aún con todo eso, la noticia es buena para el país. Tenemos que llegar, por la vía del diálogo y la negociación política, a la terminación plena del conflicto. En tal sentido, es lo cierto, como ya lo habíamos expresado que la paz con las Farc, si se llega a un acuerdo final tras todos estos meses de negociación, no era suficiente. Es indispensable vincular al Eln,  así sea como se ha divulgado dentro de un proceso distinto y con una metodología diferente.

En todo caso, no podemos hacernos la ilusión de que la paz está a la vuelta de la esquina. Se ha avanzado mucho, pero faltan varios puntos de acuerdo con las Farc y todos con el Eln. El asunto, entonces, no es de meses sino de años, y para ello lo mejor es que los diálogos con los delegados del Eln tengan lugar cuanto antes, y que, como se señaló en el documento divulgado, sean ininterrumpidos y con una hoja de ruta seria y cumplida.