Hugo Quintero Bernate | El Nuevo Siglo
Martes, 10 de Mayo de 2016

ARRECIFES

Sin impedimentos

“Se elegirá nuevo Fiscal y ello no tiene relación con pasados nombramientos”

 

 

LA Corte Suprema de Justicia se apresta a cumplir una de sus funciones constitucionales en una coyuntura histórica especial, la de elegir Fiscal General de la Nación.

Como cada cuatro años, las especulaciones sobre el o la favorita, es un pasatiempo nacional. La elección de Fiscal es uno de los escenarios más propicios para que salgan a flote todas las teorías conspiracionistas posibles, desde las más elementales hasta las más locas y elaboradas.

También es tiempo para que las cábalas electorales se hagan desde los supuestos alinderamientos que le atribuyen a cada magistrado, de acuerdo a su edad, su género, su universidad, su origen regional y hasta sus preferencias futbolísticas. Es curioso, pero ningún análisis indaga por el interés de la Corte en temas de fondo, como la carrera en la Fiscalía, el problema de los falsos testigos, la corrupción de la contratación o la ruptura del principio de igualdad de armas en los procesos penales por la facultad que tiene la Fiscalía de perseguir penalmente a los Jueces de la República y que lamentablemente ejerce cada que un juez toma una decisión que no le gusta.

Parte de esos ejercicios especulativos es el de estimar cuántos magistrados estarían impedidos para participar en la elección. Es un juego que se calcula de acuerdo al interés de cada quien en cada candidato (a).

A partir de las sentencias que anularon la elección como magistrados del Consejo Superior de la Judicatura de dos ex magistrados de la Suprema y de la demanda formulada contra la reelección del Procurador General, el tema se ha asumido con mayor preocupación por todos: Electores y por elegir.

El factor de impedimento que más buscan es el de la presencia de familiares de los magistrados en la nómina de la Fiscalía. Algunos especulan con una cifra de hasta 10 en tal situación.

Pueden ser los 23 y ese factor es irrelevante. No se trata de reelegir a quién designó a esos familiares, si es que los hay, sino de elegir a un Fiscal General nuevo que no tiene ninguna relación de causalidad con esos nombramientos. Los impedimentos siguen siendo personales, no institucionales, incluso frente al artículo 11 del CPACA.

En ese escenario no hay ningún hecho que pueda estructurarse dentro de alguna causal de impedimento. El que sí quedaría impedido, es el Fiscal para favorecer a cualquiera de esos supuestos familiares de magistrados. No podría ascender a ninguno, porque el acto puede ser identificado con la prohibición de nombrar, a menos que sea por carrera judicial. Solo le quedan dos opciones, los mantiene o los saca para mejoramiento del servicio.

Pero a más de ello, la naturaleza del cargo niega la existencia de cualquier causal de impedimento. Se trata de elegir un Fiscal General de la Nación, es decir un funcionario judicial. En tal condición, es, una vez posesionado, independiente y autónomo por mandato constitucional y su función judicial controlable por jueces independientes. Así que la ausencia de relación jerárquica con sus electores excluye cualquier necesidad de impedimento.   

@Quinternatte