¿Nuestro futuro en Brasil?
Después de muchas expectativas sobre nuestro futuro en el próximo Mundial de Fútbol, el viernes pasado se aclaró el panorama para nuestra Selección Colombia y ya conocemos a nuestros rivales de primera ronda: Grecia, Costa de Marfil y Japón. Esto ha generado desde ya muchos comentarios sobre la suerte de nuestra selección en la próxima cita mundialista, algunos muy optimistas y otros, un poco pesimistas; lo cierto es que la Selección debe jugar cada partido como si fuera el último, para no llegar con la sensación de favoritos y luego de pocos partidos, mostrar al mundo malos resultados, como nos ha pasado en los últimos mundiales a los que hemos asistido y para ello dependemos de la gran labor del señor Pékerman.
Hoy no vamos a hablar de fútbol o de qué equipo considero que tiene mayores posibilidades; quiero bpresente s en infraestructura, lo cual o plantear, desde el punto de vista económico y empresarial, las oportunidades y retos de un país que ha venido trabajando durante muchos años para planificar este gran acontecimiento y que ha realizado grandes inversiones en infraestructura, lo cual se ha visto reflejado en su crecimiento económico.
Brasil tiene una historia económica positiva en los últimos años; recordemos que a finales de los años 80, Brasil sale de una dictadura militar, presente desde los años 60 y comienza un camino tortuoso para hacer frente a los retos económicos de esa época. Bajo las presidencias de Fernando Henrique Cardoso (1995 al 2003) y de Luiz Inácio Lula da Silva (2003 al 2010), el desarrollo y crecimiento de su economía fue muy positivo, logrando aumentos de su PIB superiores al 4%; este buen momento económico, ahora liderado por el equipo de Dilma Rousseff, lo hizo acreedor en el año 2003 a formar parte del club de los Brisc, que reúne a cinco economías que serán dominantes en el año 2050, según Goldman Sachs.
Después de esta designación se incrementó sustancialmente la inversión extranjera directa, el comercio exterior y el PIB, teniendo un acento especial en el año 2010. Las inversiones internas que ha generado la puesta a punto para el Mundial de Fútbol del próximo año han empujado el crecimiento económico del país, pero no podemos dejar de preguntarnos: ¿seguirá ese buen ritmo? ¿Habrá nuevas oportunidades para que la inversión de empresas colombianas aumente? ¿Podremos aprovechar ese buen momento de nuestro vecino país?
Las empresas colombianas también han participado de esta euforia, al invertir más de 1.500 millones de dólares en los últimos 10 años en Brasil. Empresas en los sectores de industria, energía, telecomunicaciones y minero-energético han hecho grandes apuestas de expansión en ese país. El comercio exterior se ha incrementado sustancialmente en los últimos años pero continúa siendo deficitario (importamos más de lo que exportamos) y creo que esta tendencia se va a mantener. Esperemos que a Colombia le vaya bien en el Mundial así como en los temas referentes al comercio exterior y la inversión en Brasil, a pesar de los nubarrones de pesimismo sobre su futuro económico sostenible. ¡Que ruede el balón!