“Asesinado del exministro ha permanecido impune”
El 12 de mayo se cumple el vigésimo aniversario del asesinato del General Fernando Landazábal Reyes y por esta razón se tributará un homenaje a su memoria en la Casa Artillera, entidad que agrupa tanto a los oficiales de artillería en servicio activo como en uso de buen retiro.
Es que Landazábal fue un militar a carta cabal, cuya vida fue alevemente acortada cuando seguía sirviendo al país desde el ejercicio de la política. Antes de haber ejercido los más altos cargos en la institución castrense hasta el de Ministro de Defensa Nacional, integró el Batallón Colombia en la guerra de Corea y al regresar compartió sus experiencias y conocimientos como profesor de diferentes cursos. También fue un prolífico intelectual, pues publicó dieciséis libros en los que plasmó su visión estratégica alrededor del conflicto armado interno y demás problemas nacionales.
Ahora bien, en momentos históricos en que estamos cerrando el conflicto armado interno cabe recordar que cuando se inició el primer proceso de paz, la visión del Ministro de Defensa Landazábal no coincidió con la del presidente Betancur. Este vio la necesidad de acometer “las causas objetivas de la violencia” como los déficits en salud y educación en las poblaciones con mayor presencia de guerrillas, de lo que se derivó el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR) a ejecutarse en aquellas. Pero consideró que el principal esfuerzo debía enfocarse en los “diálogos de paz”, dejando así el mensaje de que dicha política se implementaba por y para las guerrillas, visión esta que se impuso. Landazábal coincidió con la necesidad del PNR, pero consideraba que la prioridad debía estar en su ejecución, después de lo cual, durante los diálogos, el gobierno tendría una mejor posición para negociar. Más adelante, la estrategia del gobierno Barco de “mano tendida y pulso firme” le dio la razón a Landazábal, pues amplió el número de municipios del PNR para relegitimar el Estado y no por y para las guerrillas. En buena parte por esto, al final de su gobierno se inició en firme la negociación con el M-19.
Pero pese a la dimensión histórica de Landazábal, su asesinato ha permanecido impune. No obstante, hace un par de años Pablo Victoria publicó un indicio clave apuntando a que la autoría intelectual del crimen de Landazábal podría ser la misma que la de Álvaro Gómez, su copartidario. En efecto, en el libro “Memoria de un Golpe”, bajo el subtítulo “Landazábal sabía demasiado”, se lee: “… cuatro días antes de su muerte, Landazábal me había dicho, en voz baja y privadamente…: Pablo, quiero hablar con usted, pero otro día, porque yo sé quien mandó a asesinar a Álvaro Gómez. Me quedé de una pieza. Landazábal era un hombre serio y de confiar… Quedamos, pues, en que yo iría a su casa a enterarme de lo que Landazábal sabía, pero nunca pude entrevistarme con él, porque un día antes de la cita cayó asesinado a pocos metros de su casa”