Escaramuzas | El Nuevo Siglo
Martes, 21 de Agosto de 2018

“CD se estrelló con el durísimo muro de la política real”

El gobierno del primer presidente del partido Centro Democrático apenas ajusta hoy dos semanas de vida y aunque esa agrupación política logró convencer a la mayoría de sus votantes de que una vez posesionado el que dijo Uribe, gobernar era soplar y hacer botellas, parece que la cosa no es tan fácil. En campaña se la pasaron señalando con detalle cada uno de los problemas del país que había creado Juan Manuel Santos e indicando que ellos tenían la solución inmediata para todos los entuertos. De hecho el histórico discurso del primer bachiller del Poder Legislativo se limitó a eso, a un inventario descaradamente sesgado de la maldad de Santos y de la de todos los partidos que lo acompañaron en la tarea de gobierno que nos dejó, según el discurso, un Estado fallido, una economía en ruinas y un país al borde de la disolución nacional.

Como la coherencia ideológica, intelectual y material son virtudes que el CD autoproclama, identificaron que uno de los mayores problemas del país es “la corrupción”, aunque nunca definen qué es exactamente. Identificado el problema,  para corregirlo y acabarlo de tajo, nada mejor que elegir a uno de sus barones más ilustres, José Félix Lafaurie. Que haya tenido algunos problemillas con el manejo de Fedegán o que fuera cercano a José Miguel Narváez o que incluso su esposa sea actual senadora de la República, son nimiedades que para nada afectaban la legitimidad de esa candidatura, por lo menos en los términos del manual de ética del CD.

Era cuestión de sentarse a contar los votos. Pero como en política ocurre como con el amor, por un lado van los deseos y por otro va la realidad, el CD se estrelló de frente y a doscientos por hora con el durísimo muro de la política real. De pronto cayeron en cuenta de que solos no son capaces de elegir a nadie. No tienen mayoría absoluta en el Congreso y por tanto o hacen coaliciones o se hunden. Y, ¡oh sorpresa!, Macías y toda el ala radical del CD, esos que son más uribistas que Uribe, descubrieron que la coalición van a tener que hacerla con todos aquellos a los que vilipendiaron en el discurso de posesión. La U, el casi extinto Partido Liberal y Cambio Radical.

En estricto sentido al partido CD le acaban de infligir su primera gran derrota en el Congreso. No pudieron imponer a su candidato a la Contraloría. Y no solo eso, van a tener que aguantarse durante cuatro años, como sucesor del actual Contralor, a uno que trabajó con él y que es bastante más cercano a la administración anterior que a las duras entrañas del Centro Democrático.

La derrota es más simbólica aún por haberse dado en cabeza de uno de sus barones. La sangre azul de la pureza ideológica del ala más radical ha quedado regada en un campo de batalla en el que nadie sabrá nunca que tan lealmente se batió su mayor capitán.

Lo bueno es que la descabezada del Barón va a terminar favoreciendo al Duque.

@Quinternatte