Eran las cinco de la mañana | El Nuevo Siglo
Jueves, 4 de Abril de 2019

“De chinitos con ideas, líbranos, señor”

Columna de opinión, de un ciudadano de a pie, un compañero de lucha. A la manera de desahogo.

Que no le dan para ser sincero

Hablando de sinceros, nos referimos en esta columna de opinión del ciudadano de a pie, con respecto al lanzamiento del ex presidente, con minúscula, ni la merece, Juan Manuel Santos: La batalla por la paz.

Don Hernando Santos, a quien le gustaban los toros en contra barrera, solía decir: Rafael, chinitos con ideas, líbranos, señor.

JMS, un  chininito con ideas

La primera de ellas  fue la venta del El Tiempo, periódico que se caracterizaba por tener un fin de semana ideal. Pero, hoy, no da ni para ir al baño.

Fue, ministro de Hacienda de Andrés Pastrana, saliendo con la siguiente frase: Sangre, sudor y lágrimas, con respecto a la reforma tributaria.

Uno por uno al matadero

Andrés Felipe Arias, a su señora Carolina Serrano, un abrazo especial.

Durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, manipuló sus influencias, como diría Tomas Jefferson, The Art of the Power, para alcanzar la cima del poder.

Una vez elegido presidente, lo primero que hizo fue dirigirse a Santa Marta. Hugo Chávez, lo recibió en sudadera. De pronto, ya estaba enfermo. Todavía, recuerdo: Es que él es mi nuevo mejor amigo.

Plebiscito por la paz

El camino era el de la unión de los colombianos en contra de ese engendro jurídico nacido en la Habana, Cuba, con toda su santería.

Acto seguido, lo primero que hizo JMS fue desconocer el resultado.

 Algo, así, como si Santafé le ganara a Millonarios 1 a 0, pero él decidió que no. Que eso, no era así.

Entonces, todos los medios de comunicación, la gran prensa, fomentaron debates de opinión sobre el tema a sabiendas que era moralmente imposible defender una mentira.

La mentira fue creciendo de tal manera que a hoy, el señor JMS tiene la desvergüenza moral de lanzar un libro al mercado con respecto al tema de la paz con las Farc. Claro, salen a la palestra todos los idiotas útiles, que llamaba Lenin, para defender semejante hidra.

Como diría Juan Luis Guerra, cada cual tiene su precio.

Un formulario de consuelo

Finalmente, la obra del teatro por la paz con las Farc estaba lista.

El majestuoso teatro Colón, donde reposaba una lámpara que traería el Dr. Laureano Gómez desde Berlín, hoy nos se sabe dónde está, parece que en Arauca; sería el colofón de esta obra.

Recuerdo, como si fuera hoy, cuando  en el Jockey Club me comentó: Su abuelo, Dr. Laureano, estaría orgulloso de lo que estamos haciendo.

Tiempo después, esa afirmación se convertiría en balota negra, como diría Daniel Samper, en su mejor momento periodístico.

Hoy, el señor Tornillo se pavonea ante el silencio cómplice de la sociedad colombiana.

 

Puntilla: Pero, el pueblo no es bobo. A la fecha, no se ha vendido un solo libro el señor JMS.

Mientras tanto, el apartamento en Londres no da espera…

Y, Germán Vargas, siga así….