El ayuno | El Nuevo Siglo
Jueves, 28 de Marzo de 2019

En periodo de la cuaresma los cristianos somos invitados a realizar el ayuno, una práctica milenaria que viene desde la época de Jesús cuando él ayunó por 40 días y 40 noches en el desierto. ¿Pero cuál es el significado del ayuno y para qué sirve? Bueno, primero que todo debemos concebir el ayuno bajo dos ópticas: una desde la fe y el espíritu y la otra desde la conveniencia física.

En la primera el ayuno no es una mortificación al cuerpo, es un esfuerzo que la persona hace para rendirle presencia viva al señor. Según San Pablo en carta a Timoteo le dice: “el ayuno aviva el fuego del don que está en ti”. El ayuno se hace para ofrecer más que para pedir. El ayuno espiritual es una práctica legendaria del cristianismo, tanto los católicos como los evangélicos la toman con rigor, unos más que otros; los musulmanes lo practican una vez al año con el ramadán; y los judíos igualmente con el yom kippur.

Hipócrates, el padre de la medicina occidental, a quién se le debe el código de ética médica, consideraba el ayuno como remedio principal a todas las enfermedades, porque el abstenerse de comer durante un tiempo determinado limpia la sangre y el cuerpo de las impurezas, hoy llamadas toxinas, de manera que el ayuno de forma integral es conveniente para el espíritu, la mente y el cuerpo.

Si una persona toma el hábito de ayunar una vez al mes, es decir abstenerse de comer alimentos sólidos durante 12 o 24 horas, el cuerpo recibirá enromes beneficios, igualmente la mente que se aclara más y el espíritu aprende a controlar los deseos e impulsos humanos como es el hambre y el deseo carnal. Los expertos en ayuno también lo recomiendan en asuntos íntimos como la abstención de relaciones sexuales ya que puede ser una ofrenda a Dios. De otra parte es conveniente durante ese tiempo de guardarse de alguna práctica que le cause placer a la persona.

En todo caso es muy importante que de manera racional, todos hagamos un ayuno al año, bien sea de 12 horas, 24 o más dependiendo de las verdaderas intenciones con esta práctica.

Recomiendo a aquellos que sientan atracción por el ayuno, que se asesoren de un sacerdote o Pastor, que lean la Biblia o se compren algún libro sobre ayuno; también pueden investigar por internet, pero de ninguna manera lo hagan por curiosidad y sin información. En general, si deciden hacerlo, encontrarán en ello un remedio espectacular para el alma y para el cuerpo, especialmente en estos días de cuaresma.

arangodiego@hotmail.com