Es triste decirlo, pero la lucha contra la droga está perdida, por lo menos estados como el americano, colombiano y mexicano quienes han sido los más damnificados y paradójicamente menos favorecidos por el negocio del narcotráfico, no han podido detener el geométrico aumento de esta actividad que día a día progresa más con novedosos modelos sofisticados de trafico y consumo.
Desde la década de los años setenta, en que Pablo Escobar traía del Ecuador un pequeño cargamento de 50 kilos de pasta de coca camuflado en las llantas de un Renault 4, hoy el cargamento promedio que se exporta a los Estados Unidos y otros países es de 50 toneladas, es decir un crecimiento exponencial no solamente en volumen, sino en valor. Carteles como el de Medellín, Cali, del norte del Valle, el del Golfo, los zetas, las Águilas Negras y bueno muchos mas, así como en México el cartel de Sinaloa, de Juárez, Sonora, Tijuana y Guadalajara solo por nombrar algunos, fueron pequeños frente a los grandes dueños del negocio, que se han incrustado en algunos estados como el de Venezuela, similar pero en mayores proporciones que el de Panamá en la época de Noriega.
El mercado ha subido, el consumo es mayor, se ha incrementado de uno a mil, mientras en los años ochenta había un consumidor, en la actualidad hay mil. La droga ha permeado a la juventud, niños desde los 10 años comienzan a consumir, ya no solo es asunto de mayores.
Países como Rusia y China que 30 años atrás no tenían acceso a la droga, hoy son mercados muy superiores al de Estados Unidos principal consumidor mundial. De otra parte mercados asiáticos y africanos toman carrera y en diferentes proporciones Europa del este y el continente latinoamericano se han convertido en consumidores progresivos.
Todo lo anterior indica, según cálculos de los entendidos, que el mercado de la droga supera los 100 mil millones de dólares, un valor inmensamente grande que pareciera indetenible, con ganancias entre el 70 y 80%, mientras los presupuestos de lucha contra la droga no alcanzan los dos mil millones de dólares, siendo los Estados Unidos el principal aportante. La ayuda que recibe Colombia, el mayor productor mundial de coca, es de 208 millones de dólares para el presente año. En este país las estadísticas indican que hay un millón quinientos y que de 50 mil hectáreas sembradas de coca en 2010, hoy 9 años después hay 200 mil.
Organizaciones como las Farc y el Eln, la primera en proceso de paz y la segunda activa en las armas, denuncian las autoridades mundiales de lucha contra la droga, que son actualmente los mayores carteles en Colombia, actuando en sociedad con los carteles mexicanos, exportando droga a través de Venezuela a los Estados Unidos, Europa, China y Rusia entre otros países mas.
La lucha está perdida. Más aun cuando con esos dineros se financien campañas políticas municipales, departamentales y nacionales, entonces no hay nada que hacer. Cuando magistrados, jueces y fiscales se vendan, ahí si que todo está perdido.