Atribuir a las lluvias las inundaciones que se han presentado en Bogotá, que constituyen un motivo de pena o vergüenza para una capital que prácticamente debe contar con toda la infraestructura que haga cómoda la vida ciudadana, de manera que estos daños no se presenten. Toda ciudad, como Bogotá, debe contar con los servicios y comodidades de la gran ciudad que es. Las lluvias constituyen un factor a tener en cuenta, no necesariamente hay que echarles la culpa. Es conveniente reflexionar sobre lo que le falta a esta ciudad y las normas generales y la obligación de quienes dirigen los asuntos colectivos; una vez un conglomerado de personas han escogido una localidad para vivir pueden libremente opinar sobre lo que está bien hecho o no.
Uno de los temas es el suministro del agua para el uso normal; otro es el de estudio de la disposición de este fluido una vez ha sido utilizado. Para ellos se diseñan y construyen los llamados alcantarillados los cuales son cuidadosamente estudiados como para transportar el agua servida o las aguas lluvias. Las aguas que han sido utilizadas en usos domésticos se transportan generalmente por gravedad hacia localizaciones debidamente estudiadas. Suelen ser volúmenes que se estiman de acuerdo con las costumbres y usos de las personas.
Otra obligación es la de evacuar las aguas lluvias cuyo volumen no es otro diferente al que usualmente se recoge en las cubiertas de las viviendas y las calles por medio de tuberías que son conducidas a los llamados alcantarillados de aguas lluvias que cae en las calles. El alcantarillado de aguas lluvias debe calcularse para poder evacuar los volúmenes de agua mayores de los cuales se tenga noticia en los últimos treinta años. Las cañerías de aguas deben ser suficientes para ello. Se recogen así aguas que caen en las calles por medio de sumideros convenientemente localizados, conectados a las tuberías y éstas a su vez las conducen a otros caudales de agua como son los ríos, las lagunas y los mares.
Para que no se presenten problemas en la conducción los sumideros deben estar convenientemente dispuestos. Si así lo están, lo más probable es que no se presenten las inundaciones que hemos sufrido. Pero si los sumideros no están debidamente conservados, vale decir limpios, la conducción del agua no se podrá hacer, se inundarán las calles y también las casas.
En resumen para que no se presenten inundaciones, los alcantarillados de aguas lluvias deben estar debidamente calculados en su capacidad y así como los elementos que forman parte del sistema de recolección de las aguas deben estar en perfecto estado de funcionamiento. Si se quiere analizar qué fue lo que pasó en estos días, es necesario ir al diseño y conservación de todos los elementos que forman parte del alcantarillado de aguas lluvias. Razón de esto la puede dar la Empresa del Acueducto de la ciudad.