El presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, ambos a la caza del crucial voto hispano de cara a las presidenciales de noviembre, se dirigirán esta semana específicamente a esta comunidad en dos entrevistas separadas organizadas por la cadena Univisión.
Las citas --el miércoles con Romney y el jueves con Obama-- serán en la Universidad de Miami (Florida, sureste), donde por primera vez dos aspirantes a la Casa Blanca asisten a encuentros dedicados exclusivamente a asuntos hispanos, reflejo de la revolución demográfica que representan hoy por hoy los 50 millones de hispanos que viven en Estados Unidos.
Los equipos de campaña de ambos candidatos respondieron de inmediato en agosto a la invitación de la cadena Univisión, luego de que el influyente grupo televisivo se quejara ante la Comisión de Debates Presidenciales por haber excluido a periodistas hispanos y afroamericanos de los tres debates nacionales que se celebrarán en octubre.
"Aquella decisión fue un error gravísimo de la comisión", dijo a la AFP el periodista mexicano Jorge Ramos, quien junto a su colega María Elena Salinas moderarán los encuentros de una hora en un formato muy parecido al de los debates, formulando preguntas enviadas por votantes a través de Facebook y con la participación de estudiantes que estarán presentes en la sala.
Para Ramos, el error de la comisión, que marginó a moderadores de minorías y que luego se negó a rectificar ante los pedidos de asociaciones afroamericanas y medios en español, radica en que "en el año 2012, uno de cada tres habitantes de Estados Unidos es de una minoría", incluido el presidente y candidato Barack Obama.
Pero quizás los primeros en percatarse de este tropiezo fueron los mismos candidatos, puesto que sus respectivos equipos de campaña respondieron muy rápidamente a la invitación del canal hispano.
"Fue muy fácil y la razón es muy sencilla: ellos saben que sin el voto hispano no llegan a la Casa Blanca, esa es la nueva regla de la política norteamericana", aseveró Ramos, autor de "La ola latina" (2004), entre otros libros sobre el crecimiento y la influencia de la comunidad hispana en Estados Unidos.
Para el periodista, considerado uno de "los 25 hispanos más influyentes de Estados Unidos" por la revista Time, aún cuando Obama logró después de la convención de su partido hace dos semanas, sacar ventaja a Romney, A ambos "les urge (ganarse) los votos de hispanos en Colorado, en Nevada, en Carolina del Norte y en Florida y sin esos votos no ganan, ellos lo saben", sentenció Ramos.
Arturo Vargas, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO), explicó a la AFP que "hoy en día los candidatos no pueden pasar por alto a los hispanos en tiempos electorales", pero también sigue siendo importante motivar a esta población a participar y a reclamar con su voto.
"La promesa del voto latino es importantísima a largo plazo: la población elegible para votar en esta comunidad aumentó 62% durante la última década y cada mes, 50.000 ciudadanos latinos alcanzan la edad de votar, pero no todos votan", advirtió Vargas.
La cantidad de latinos elegibles para votar el 6 de noviembre es de 23 millones de personas en todo el país, y organizaciones como NALEO, que impulsan campañas de votación, creen que este año 12 millones de votantes hispanos podrían participar en las presidenciales, lo que representa un 9% del censo electoral.
"En una carrera tan cerrada como la de este año por la presidencia, tanto Barack Obama como Mitt Romney no pueden desaprovechar la oportunidad de hablarle a los hispanos de sus principales preocupaciones a la hora de votar: empleo, el futuro del seguro de salud, la educación y la inmigración", aclaró Jorge Ramos.
En todos estos tópicos el aspirante demócrata a la reelección y su rival republicano tienen diferencias ideológicas que deberán aclarar ante una audiencia que puede entenderlos tanto en inglés como en español, las dos lenguas con que se realizarán los encuentros en Florida, un estado clave en la elección.