Ocho guardias afganos que trabajaban en la principal base estadounidense en ese país, en Bagram, murieron en una emboscada contra su convoy, informó el martes un responsable local.
Las fuerzas estadounidenses y sus colaboradores en Afganistán son un objetivo prioritario para los diferentes grupos rebeldes.
El Pentágono se prepara estos días para anunciar más refuerzos para frenar el avance de los talibanes.
Según el gobernador del distrito de Bagram, a unos 50 km al norte de la capital, los guardias cayeron en una emboscada cuando se disponían a volver a casa, el lunes por la noche.
"Eran todos vecinos del lugar, empleados como guardias en Bagram," indicó a la AFP el gobernador Abdul Shakoor Quddusi, quien añadió que otros dos guardias resultaron heridos.
La operación no ha sido reivindicada, pero los talibanes acentuaron recientemente sus ataques contra todas las fuerzas de seguridad afganas y occidentales.
Siete soldados estadounidenses resultaron heridos el sábado en una base militar en el norte del país por disparos de un militar afgano.
Washington se dispone a anunciar el despliegue de miles de soldados para apoyar a sus 8.400 militares ya presentes en el país asiático.
En total, Estados Unidos y sus aliados, mediante la operación bajo liderazgo de la OTAN, cuentan con más de 13.000 hombres en Afganistán, que no consiguen frenar la progresión de los insurgentes ni la inseguridad que se generaliza en el país.
La base de Bagram, creada en la época de la ocupación soviética, alberga el mayor contingente estadounidense.