A bajar el déficit fiscal con las calificadoras de cerca | El Nuevo Siglo
UN TRABAJO de artesano deberá hacer el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, para bajar el déficit fiscal.
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Jueves, 29 de Diciembre de 2022
Redacción Economía

Con la mirada atenta de las firmas calificadoras de la deuda soberana del país, el Gobierno comenzó su principal objetivo a corto plazo: bajar el déficit fiscal. Con ello, el propósito del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es lidiar en el filo de la navaja con mayores ingresos vía reforma tributaria e incremento de recaudo en la DIAN, y a la vez tener contento al presidente Gustavo Petro con mayor gasto público para atender los compromisos sociales.

Sin duda Ocampo deberá manejar con pinzas ese galimatías de las finanzas con una meta clara: hacer que las calificadoras cambien su nota y Colombia recobre el grado de inversión, con lo que se le abrirán las puertas a tener más chequera.

De acuerdo con los investigadores del banco Itaú, “la caída en el déficit fiscal podría mejorar el grado de inversión. Por eso el ministro de Hacienda afirmó que la reducción del déficit fiscal (7,1 % este año al 5,5 % en 2023) sería una muestra de responsabilidad fiscal ante los mercados internacionales”.

Pero, además, Ocampo también mencionó que la recuperación del grado de inversión es una de las principales metas que tiene el Gobierno para el próximo año, lo cual podría lograrse con sus proyecciones. Por otro lado, el ministro señaló que pronostican una caída en las emisiones de TES para el 2023, y que la dinámica de estos será tenida en cuenta en la reforma pensional, debido a que los fondos privados de pensiones son tenedores de una cuarta parte de los TES.

El ojo de las firmas

La última intervención de una firma calificadora respecto a las finanzas se presentó por parte de Fitch la semana pasada, en la que mantuvo la estabilidad de BB.

Para Fitch las calificaciones de Colombia “reflejan el historial de estabilidad macroeconómica y financiera del país respaldado por un banco central independiente con un régimen de metas de inflación y una moneda de libre flotación”.

Fitch reconoció que las calificaciones están restringidas por los altos déficits fiscales, “que ya han resultado en aumentos relativamente grandes en la carga de la deuda y los intereses en relación con sus pares BB”, así como una alta dependencia de los productos básicos y cuentas externas más débiles.

Con relación al Gobierno, la calificadora reconoció que el presidente Gustavo Petro se ha comprometido a impulsar el gasto social con reformas claves en salud, pensiones y otras áreas.

La administración de Petro, dijo Fitch, también busca transformar la economía de Colombia al reducir su dependencia de las industrias extractivas, y que el fin de nuevas exploraciones y la prohibición del “fracking”, de ser implementadas, “podrían crear incertidumbres para el sector y socavar la inversión”.

Según Fitch, “se espera que las incertidumbres políticas permanezcan durante el próximo año. Se espera que la agenda de reforma de Petro durante 2023 cambie para centrarse en la reforma de pensiones potencialmente controvertida. Sin embargo, la administración de Petro se ha comprometido a adherirse al marco fiscal y monetario de Colombia, adhiriéndose a la independencia del banco central y la regla fiscal actualizada”.

Previsiones

En las cuentas de Fitch se prevé un déficit fiscal del Gobierno general del 6,7 % del PIB en 2022, “solo ligeramente mejor que el resultado fiscal en 2020-2021”, y que en 2023 este caerá a 4,5 % del PIB “a medida que se sienta el impacto de la reforma fiscal del año pasado, los gastos relacionados con la pandemia disminuyan y los subsidios a los combustibles disminuyan según lo proyectado en el presupuesto”.

A su vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene expectativas muy similares a las del Gobierno.

En cuanto a la deuda bruta del Gobierno, esta alcanzaría el 61,1 % del PIB. Esto implica que se reduciría desde el 64,6 % expuesto por el país de cara al cierre del año pasado. Para el próximo año la deuda seguiría reduciéndose hasta el 60 % del PIB.

Por su parte, el Gobierno aseguró que la meta de deuda para Colombia será en torno al 60 % del PIB de cara al corto plazo. Por otro lado, las agencias calificadoras han manifestado que aun cuando son números positivos para el país, son solo una muestra de la estabilización de la deuda.


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Plan financiero

Explica el Gobierno en su Plan Financiero de 2023 y los elementos principales de la estrategia fiscal para el período 2024-2026, que en 2022 la economía colombiana mantuvo un desempeño notable, impulsada por los sectores de la industria manufacturera y el comercio y por el comportamiento de la inversión en maquinaria y equipo, el consumo privado y las exportaciones.

De allí que el equipo técnico del Ministerio de Hacienda y Crédito Público revisó al alza el crecimiento esperado de 2022 a 8,2 %. De cara a 2023, sin embargo, se espera una desaceleración del ritmo de crecimiento a 1,3 %, como consecuencia de un entorno internacional adverso.

Sostiene el Gobierno que, pese a la desaceleración, el nivel de producción de la economía colombiana se mantendría en 2023 muy por encima de lo observado en 2019 (antes de la pandemia del covid-19) si se compara con los promedios de la OCDE y América Latina.

La regla fiscal

En este contexto, el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) en 2022 se ubicaría en 5,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), con un ajuste fiscal de 1,6 puntos porcentuales del PIB frente al déficit registrado en 2021 (7,1 %). Este resultado representa un sobrecumplimiento de la regla fiscal de 2,9 % del PIB e incluye el pago de $4 billones adicionales para financiar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

Gracias a la reducción del déficit fiscal, la deuda del GNC se reduciría de 60,8 % del PIB en 2021 a 59,6 % en 2022. En 2023 el Gobierno planea continuar con el proceso de ajuste y consolidación de las finanzas públicas y garantizar la financiación responsable de los programas sociales.

En un entorno de mayor recaudo tributario, proveniente principalmente de la reforma tributaria, el déficit fiscal del GNC se reduciría a 3,8 % del PIB en 2023, con un ajuste fiscal adicional de 1,7 puntos porcentuales del PIB (frente a 2022) y con un sobrecumplimiento de la regla fiscal de 0,3 % del PIB.

Sin duda el déficit fiscal planeado para 2023 es inferior a lo que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público proyectaba en septiembre (4,0 %). Al mismo tiempo, se garantiza el pago completo en 2023 del déficit del FEPC causado en 2022.

El compromiso con las finanzas

Como resultado del ajuste fiscal, la deuda del GNC se reduciría de 59,6 % en 2022 a 57,5 % en 2023, en línea con una convergencia hacia el ancla de deuda (55 %) en el mediano plazo.

Para el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, “el resultado fiscal de 2022 y el plan de 2023 demuestran el compromiso del Gobierno con la sostenibilidad fiscal y la responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas: la reducción del déficit fiscal es la más alta desde que se cuenta con registros comparables, se garantiza el pago del déficit causado del FEPC, se cumple con creces lo establecido por la regla fiscal y se adopta una trayectoria de reducción del endeudamiento público como porcentaje del PIB”.

Simultáneamente, el plan señala el compromiso del Gobierno con la atención de las demandas sociales a través de una ampliación significativa del gasto primario. “El esfuerzo del Gobierno por consolidar las finanzas públicas también se refleja en los resultados proyectados para el Gobierno General (GG): el balance total proyectado del GG al cierre de 2023 (-3,5 % del PIB) sería inferior en 2,9 puntos porcentuales del PIB a lo estimado para el cierre de 2022 (-6,4 %), lo que constituye también un ajuste de una magnitud significativa en perspectiva histórica”, sostiene el Minhacienda.