Por Óscar Munévar Forero

Enviado especial EL NUEVO SIGLO

Estamos como en el oeste americano cuando se ponían los carteles de “se busca”. Eso ocurrió en el cierre de la primera fase del Mundial de Catar, en donde las selecciones que iban quedando eliminadas empezaron a buscar el reemplazo para su director técnico. A ellos se suma Tite, quien anunció que, sin importar si gana o pierde, dejará el cargo con Brasil al término del torneo.

Arranquemos por Ecuador, que fue el primer suramericano que salió de competencia. Su técnico, el argentino Gustavo Alfaro, en la rueda de prensa hizo entrever que es hora de hacer un alto en el camino y a lo mejor emprender nuevos rumbos, aunque no sabe si seguirá dirigiendo o se marcha definitivamente del fútbol. Lo hacía bien como comentarista de la TV colombiana cuando lo llamaron a dirigir Boca Juniors, al que sacó campeón de un torneo corto, pero los directivos consideraron que era mejor que se hiciera a un costado. La suerte le sonrió y Ecuador lo llamó para que sustituyera al holandés Jordy Cruyff, quien no dirigió y se fue en plena pandemia.

Entonces recurrieron a Alfaro, quien se ilusionó con la victoria ante Catar, equipo a que todos le ganaron, y el empate con Holanda. La tercera confrontación era contra Senegal, se confiaron, salieron a esperar y no lograron el objetivo de llegar a la segunda fase.

Algunos de los jugadores terminaron disgustados por las variantes que hizo el argentino en la formación y se veían muy molestos, al punto que nadie quiso hablar. Solo uno de ellos le dijo a EL NUEVO SIGLO que “teníamos ilusionado a un pueblo y lo defraudamos”.

Por esta razón, la Federación Ecuatoriana de Fútbol tendrá en los próximos días que poner en la puerta de la entidad un letrero que diga “se busca seleccionador”. Cuentan algunos allegados a Alfaro que acaba de recibir una oferta de la FIFA para hacer parte del grupo de técnicos que tiene la entidad y ese trabajo es bien remunerado y más tranquilo que estar soportando las críticas. Pero lo cierto es que la prensa no quedó contenta y menos los aficionados.

A Costa Rica, el colombiano Luis Fernando Suárez llegó a apagar un incendio. Ya había dirigido a Ecuador en 2006 y en Brasil 2014 a Honduras, pero la labor de los técnicos parece desechable: una vez pasa la competencia, vienen las lamentaciones que habríamos podido llegar más lejos, que el resultado en general fue bueno pero que merecimos mejor suerte. Para Suárez, el resultado es lo de menos. Él cumplió, ganó un partido, perdió dos, uno de ellos vergonzoso, ese 7-0 ante España lo dejó casi que noqueado desde el principio; pero el triunfo ante Japón, que pasó de primero en su grupo, le dio alguna esperanza, aunque se terminó de hundir frente a Alemania en su última jornada, 4-2.

Seguramente lo van a mantener por unos días, pero los jugadores no quieren al técnico y ese enfrentamiento concluye por la fácil: sacar al colombiano y buscar uno nuevo.

Gerardo "El Tata" Martino, orientador argentino al servicio del fútbol de México, se sacó solo. Al concluir el juego, de una vez salió con que se iba, "nadie está contento y así las cosas no funcionan, nosotros hacemos lo que podemos, pero hasta ahí. Todos tenemos que poner de vez en cuando algo más". A Martino no le perdonan que no haya pasado a la siguiente fase. Nunca antes México se había quedado por fuera en la primera fase. 

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Los manitos tienen el cartel listo para ubicarlo como aviso clasificado que diga "se busca seleccionador que tenga ganas de aguantar el peso de una crónica deportiva muy fuerte y una afición muy exigente. "Los ojos los tienen puestos en Suramérica, pero no descartan llevar un europeo.

Diego Alonso es un estratega que con el visto bueno de Óscar Tabárez llegó a dirigir una selección uruguaya que estaba complicándose la vida para clasificar a Catar 2014 y logró el objetivo gracias al empuje de los veteranos del conjunto charrúa. Debutó en enero de 2021 ante Paraguay y con gol de Luis Suárez el equipo, que estaba colgando, empezó el camino a Catar. Después le ganó a Venezuela y luego una victoria ante Perú, lo que le permitió llegar a la cita mundialista. Una vez en Catar, el resultado no fue el esperado y los grandes del conjunto se molestaron por las continuas variantes en la formación titular y la ubicación de algunos jugadores en la cancha, al punto que al término del partido ante Portugal, que perdieron 2-0, Cavani dijo: “pregúntenle al técnico por qué perdimos y nos quedamos esperando una respuesta”.

Los días de Alonso están contados. No le alcanzó lo mucho o poco que hizo en la eliminatoria y este resultado en la prueba final hará que los orientales busquen otro estratega al que los jugadores le crean y tendrá la obligación de sacar a los veteranos y arrancar de cero para las próximas clasificatorias a la cita mundialista de Estados Unidos, Canadá y México.

Otros muy preocupados son los alemanes, que llegaron a protestar por los derechos humanos y se llevaron la sorpresa del siglo. No fueron capaces de pasar a la segunda ronda. La intención de procurar equilibrio social es muy diferente a la práctica deportiva de alta competencia. El papelón que hicieron los germanos en Rusia 2018 lo repitieron en Catar.

Hansi Flick, estratega alemán, debe estar pensando qué hacer de acá en adelante. Escogió un equipo con base el Bayern Múnich y el resultado fue nefasto, al punto que debe ser incluido en el listado de los que deben ser reemplazados para que pongan el clasificado de "se busca un técnico capaz de mejorar en el próximo mundial" el ridículo que hicieron en este torneo, que ya entró en la recta final.

El estratega de Brasil, Tite, ya dijo que este es su último mundial, que pase lo que pase dejará la dirección técnica de la verdeamarela. A este listado le faltarán nombres, pero por ahora les dejamos ahí y les iremos contando qué otros países buscarán reemplazar a sus seleccionadores para un mundial que no da espera y más ahora cuando se anuncia un número mayor de equipos participantes en la próxima cita.