Diálogos tienen límites: Alto Comisionado a grupos violentos | El Nuevo Siglo
<FOTO> En zona rural del municipio de Puerto Guzmán, en Putumayo, un enfrentamiento entre disidencias de las Farc cobró la vida de 18 personas. 
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Miércoles, 23 de Noviembre de 2022
Redacción Política

Luego de 48 horas de conocer la noticia que en Putumayo 14 personas perdieron la vida en un choque armado entre la facción Carolina Ramírez, de las disidencias de las Farc, y Comandos de Frontera, de las reincidencias de alias ‘Iván Márquez’, el Gobierno se pronunció ayer por el alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, para rechazar estos hechos y pedir muestras de que tienen interés en las conversaciones que ha propuesto el Ejecutivo. Al tiempo que advirtió que los diálogos tienen un límite. 

Rueda dijo que “es el tiempo de parar esta violencia inútil, no tiene ninguna justificación, es una guerra fratricida, paren ya, paren el tormento al pueblo de Putumayo, escuchen la voz de la ciudadanía, no quieren más guerra no quieren más atrocidad, quieren libertad, quieren vivir en sus territorios sin el temor de ser asesinados, torturados o desaparecidos”. 

Sentenció el Alto Comisionado para la Paz que “el diálogo es la apuesta por proteger la vida, pero el diálogo también tiene un límite”. 

La política de paz del presidente Petro contempla negociaciones con todos los grupos armados al margen de la ley que quieran atender su propuesta para que se disuelvan y sus integrantes abandonen la vida criminal. 

En ese sentido se inició una negociación con el Eln el pasado lunes en Caracas, pues el Gobierno le reconoció estatus político; mientras que con los demás grupos armados delincuenciales se pretende hacer una negociación para que se sometan a la justicia a cambio de algunos beneficios penales. 

El enfrentamiento entre las disidencias y las reincidencias de las Farc, las primeras que no firmaron el Acuerdo de Paz, y las segundas que sí lo hicieron varios de sus cabecillas como alias ‘Iván Márquez, pero que lo traicionaron porque tiempo después retomaron las armas, se viene dando en varias regiones del país por el control territorial. En el caso del Putumayo, la guerra entre las disidencias es principalmente por el control de los cultivos de coca. 

Vale señalar que el pasado 14 de septiembre, el comisionado Rueda confirmó acercamientos con las reincidencias de las Farc al mando de alias ‘Iván Márquez’; y el 22 de septiembre este funcionario con una delegación del Gobierno se reunió con las disidencias en la región oriental de Colombia, durante la cual esta organización manifestó su interés de participar en unas conversaciones de paz. 

En la oposición, encarnada en el Partido Centro Democrático, y Cambio Radical, declarado independiente, se escucharon reparos porque el Gobierno no se había pronunciado por los graves hechos que se registraron el pasado sábado, pero de lo cual el país se enteró el domingo, en las veredas Las Delicias y Los Pinos, del municipio de Puerto Guzmán, en Putumayo. 



La senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, dijo que “ya gobiernan, ya no necesitan usar a los muertos que nunca les importaron”. 

Por otro lado, desde Barrancabermeja (Santander), el presidente Gustavo Petro, se refirió a la masacre que se registró en Putumayo, al señalar que ese tipo de violencia que derrama sangre evidencia que algunos “se matan entre sí como si fueran desechables”.

En su declaración, el mandatario reveló las primeras hipótesis que se manejan sobre la masacre en la que, según versiones de las autoridades, murieron 23 personas en enfrentamientos entre grupos armados ilegales.

Mire lo que vimos en Putumayo, ¿ustedes creen que esos son los conflictos propios de una guerrilla política que quiere tomarse el poder nacional y hacer una revolución? Lo que vimos en el Putumayo es el conflicto entre las disidencias que dicen ser de las antiguas Farc masacrándose de manera dantesca”, sostuvo Petro.

Y agregó en su discurso: “Que los combatientes son mercenarios, el cual implica acumular un dinero para pagar mensualidades que no puede salir sino de la economía ilegal, la economía ilegal se vuelve la base real de esas agrupaciones, para comprar armas y seres humanos”.

“Que se matan ente sí como si fueran desechables, ya no es la lucha por el poder, es la lucha por la ruta y eso nos coloca en un escenario más bárbaro, más difícil y más complejo que también tenemos que entrar a solucionar”, subrayó el jefe de Estado desde Barrancabermeja.