Perspectiva. El cardenal guajiro tiene en Julio su diácono | El Nuevo Siglo
EL CARDENAL guajiro cautiva por su color, es endémico y por ello Corpoguajira llama a que ayuden a conservarlo.
/Corpoguajira
Sábado, 29 de Octubre de 2022
Redacción Medio Ambiente

Su cresta alargada y rojiza, así como su plumaje rojo con bordes oscuros en las alas, hacen que el cardenal o rey guajiro sea un orgullo para los habitantes de la península que lleva su nombre y que seduzca a los observadores de aves.

Ha servido de inspiración para canciones como “El cardenalito”, de Adelis Fréitez: “Estando en la cruz nuestro Redentor, a sacar la espina llegó un pajarito, manchó su plumaje con sangre de Cristo y por eso es rojo, y por eso es rojo el cardenalito”.

A menudo es encontrado en parejas, posando en posición vertical sobre arbustos. Inconfundible en su rango de distribución: las regiones áridas del norte de Venezuela y del extremo noreste de Colombia. Su canto es una serie de silbidos lentos pero muy melodiosos.

“Es una especie endémica del departamento de La Guajira”, dice Julio Raúl Vega Ramírez, subdirector de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma regional de La Guajira (Corpoguajira).

“Habita en los matorrales áridos y semiáridos con buena cobertura de cactus y arbustos espinosos”, añade. “Se encuentra por debajo de 300 metros de altura sobre el nivel del mar”.

Recuerda que se alimenta de invertebrados, frutos y semillas.

Julio, junto al director de Corpoguajira, Samuel Lanao Robles, es una especie de diácono, que lo cuida para que no sea víctima de tráfico ilegal de fauna y trabaja para que se incremente su población, indica que “se ha registrado mayor tasa de reproducción en los meses de mayo y junio”. Agrega que “el tamaño de su postura es de tres huevos de color blanco con manchas cafés, los cuales incuba únicamente la hembra. La incubación es de 11 a 13 días”.

Narra que “construyen sus nidos en forma de copa con material vegetal, el cual ubica de 0,5 a 1,5 metros de altura sobre el suelo en un arbusto o cactus”.

Explica Julio que “es un ave arisca, difícil de ver, que permanece en la parte baja de la vegetación, en donde generalmente efectúa llamados mientras forrajea”.



Estado de conservación

El rey guajiro no se encuentra incorporado en la lista roja de aves reportadas UINC del año 2002; sin embargo, al igual que el turpial, fue declarado en el año 2017 en estado vulnerable.

“Según la resolución 1912 del 15 de septiembre del 2017 emitida por el Ministerio de Ambiente, se establece el listado de las especies silvestres amenazadas de la diversidad biológica colombiana continental y marino costera que se encuentran en el territorio nacional; el cardenal guajiro y el turpial, especies presentes en La Guajira ingresan a esta lista”, recuerda el director de la Corporación, Samuel Lanao.

“Existen categorías para identificar en qué estado de riesgo se encuentra cada especie. En el caso de las aves Icterus icterus (turpial) y Cardinalis phoeniceus (cardenal guajiro), fueron determinadas en estado Vulnerables (VU), por lo que Corpoguajira hace un llamado a No caza y comercialización de sus individuos”, manifiesta.

Indica que “La Guajira es un territorio con alto potencial para el avistamiento de aves, la gran cantidad de fauna y flora con la que cuenta esta zona del país la convierte en el departamento al que llegan más de 57 especies, contribuyéndole al turismo ecológico”.

Pero no oculta su preocupación porque “el cardenal guajiro es una especie endémica de los busques secos de La Guajira colombiana y venezolana que aún se encuentra en ciertas zonas del departamento, a diferencia del turpial, que ha desaparecido paulatinamente del departamento por el tráfico ilegal, ya que es una especie llamativa, capaz de imitar el canto de otras aves, y se ha restringido al área de La Macuira, Alta Guajira”.

Agrega Julio que “entre de las amenazas que ha presentado esta especie endémica del departamento de La Guajira están la caza, el tráfico ilegal y la pérdida de hábitat”.

Trabajo

Manifiesta Julio que “en Corpoguajira se trabaja en su conservación con un programa que involucra cuatro componentes”.

El primero es la conservación del hábitat. “Para esta especie las áreas de conservación establecidas son el DMI (Distritos de Manejo Integrado) Delta del Río Ranchería y Cuenca Baja del Río Ranchería, que corresponden a ecosistemas de bosque muy seco tropical, hábitat ideal del cardenal guajiro”, explica.

El segundo es el desarrollo de actividades de educación ambiental “en aspectos relacionados con la conservación de la especie. Para tales efectos hemos desarrollado estrategias con el apoyo de los Vigías Ambientales en las áreas de conservación del departamento”.

El tercero consiste en “trabajos con la comunidad, fortaleciendo la entrega voluntaria de la fauna en estado vulnerable como respuesta a la promoción de la conservación de la biodiversidad, alcanzando con esta estrategia el retorno a su hábitat de un buen número de especies”.

Y el cuarto, es “un control al tráfico de fauna silvestre, con el apoyo de las autoridades de Policía, rescatando e incautando fauna extraída de su hábitat, que es retornada a su medio”.

Recuerda Julio que “es una especie inconfundible gracias a la combinación de pico robusto y cresta larga y aguda”.

Vive de cinco a 15 años y “no es un ave migratoria; aunque puede trasladarse a otros sitios cuando hay un clima extremo o si la comida escasea, es más bien un ave territorial, el macho canta con un silbido fuerte y claro desde la copa de un árbol u otro punto elevado para delimitar su territorio. Los cardenales emparejados viajan con frecuencia juntos y en ocasiones cantan juntos antes de comenzar a anidar”, dice.

Cuentan Julio y Lanao Robles que “en la vía que conduce del municipio de Maicao a Riohacha dos jóvenes observaron a indígenas de la etnia wayuu que poseían jaulas artesanales en donde comercializaban aves de distintas especies. Alarmados por el hecho que se presentaba decidieron acercarse, logrando comprar tres cardenales guajiros, desconociendo aún que esta es una especie que se encuentra en categoría de vulnerabilidad por el tráfico ilegal al que la ha sometido el hombre”.

Añaden que “un acto amigable con el ambiente que es de resaltar, teniendo en cuenta que sin conocer el valor ecosistémico de la especie y sin importar el costo que les ocasionaba decidieron rescatarlos para que el veterinario más cercano constatara su estado de salud. Conociendo que la fauna y flora son responsabilidad de Corpoguajira se acercaron a las instalaciones en donde el funcionario responsable resaltó este gran gesto y recibió a los individuos para su valoración y recuperación”.

Finalmente, insistieron en pedir a la comunidad que ayude a preservar esta especie que “es muy hermosa y no debemos permitir que desaparezca”.