Mayor reactivación empuja recuperación rápida de la economía | El Nuevo Siglo
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Domingo, 23 de Agosto de 2020
Redacción Economía

El incremento de la reactivación de sectores clave como el comercio, la industria y los servicios, así como la transformación digital que está teniendo el sistema financiero y la operación de las empresas, están acelerando la recuperación de la economía como ya lo evidencian algunos indicadores.

Prácticamente desde abril, cuando se registró la peor caída con -20,15%, el PIB comenzó su lenta escalada hasta junio cuando en su acelerón llegó a -11,06%. Esto significa que en esa recuperación se logró recortar 9,09%, pero aún restan precisamente quitarse de encima otros 11,06% y para llegar a la que registraba en febrero debe empujar fuerte para alcanzar 4,81%.

Incluso ya algunas previsiones para el tercer trimestre, son mejores que las que se presentaron en el segundo trimestre. Por ejemplo, para Fedesarrollo, la economía colombiana “solo” caería 6,8% en el tercer trimestre mejorando con ello su comportamiento frente al segundo periodo cuando disminuyó 15,7%.

En la más reciente Encuesta de Opinión Financiera (EOF), de la entidad, se mostraba que ya lo peor pasó entre abril y mayo.  

Otra buena noticia fue el análisis que hizo la calificadora Moody’s, que aunque anunció un cambio en el pronóstico de crecimiento para Colombia este año con una contracción de 7,3%, señala que por el momento, el rumbo de la economía no compromete la calificación de la deuda del país.

 

Equilibrio

Indica la firma que “las perspectivas estables reflejan nuestra opinión de que los riesgos a la baja y al alza están ampliamente equilibrados ahora que las perspectivas de crecimiento a mediano plazo y el compromiso con la consolidación fiscal evitarán una erosión de la fortaleza fiscal del país”.

Entre los factores que resalta Moody’s que conllevan a una mejoría de la economía, están que “el Gobierno redujera los déficits fiscales de manera sostenible, abordando los desafíos derivados de la baja ingesta de impuestos de Colombia y la rígida estructura de gastos. El crecimiento económico a su nivel potencial del 3,5% y la disminución de los coeficientes de deuda pública, también ejercería presión al alza sobre la calificación. El aumento de los ingresos públicos también ayudaría a mejorar la asequibilidad de la deuda”.

La calificadora de riesgos destacó las medidas adoptadas por el sector para aliviar la capacidad de endeudamiento de los colombianos y calculó que los créditos comerciales e hipotecarios son los que mayor cantidad de periodos de gracia han recibido.

El VP Senior Analyst de Moody’s, Diego Kashiwakura, manifestó que “el capital de los bancos disminuirá, debido al aumento en las provisiones y menores ingresos”, es decir, esto presionará la rentabilidad de los bancos.

El experto señaló que la concentración en los préstamos comerciales beneficiará a los bancos, ya que siguiendo su análisis, este segmento suele ser más resiliente, por ejemplo, Bancolombia tiene 65% de su composición del portafolio de crédito del primer trimestre enfocado a créditos comerciales, y en Davivienda este porcentaje es del 49%.

El Gobierno ha dado señales en el sentido de que después de superar la pandemia será necesario realizar una reforma fiscal para conseguir recursos adicionales, equivalentes a cerca de 2 puntos del PIB, alrededor a unos $20 billones.

 

Apertura gradual

Por otra parte, Juana Téllez, economista jefe del BBVA en Colombia, señaló que “la recuperación productiva ha avanzado con la apertura gradual de algunos sectores. Desde abril, se han visto mejoras en el gasto de los hogares, en la demanda de energía y un aumento de los puestos de trabajo en mayo. Además, estimamos una mejora en la actividad durante el segundo semestre. No obstante, vemos que estas mejoras no compensarán la caída producto de la cuarentena, por lo que la economía colombiana se contraerá 7,5% en 2020”.

De acuerdo con Téllez, la recuperación no ha sido uniforme en los diferentes sectores de gasto, ni en las distintas ciudades. La dinámica de las regiones ha estado influenciada por el desarrollo de la pandemia y las medidas tomadas por las autoridades para enfrentarla. “La recuperación económica depende de la apertura sectorial y la capacidad de recuperación de la demanda. En el caso de los hogares, el consumo se mantiene débil a mediano plazo por el choque de ingresos de los hogares”, añadió.

Según el análisis realizado por BBVA Research, factores como el mayor gasto público y la ejecución de un plan más ambicioso de infraestructura, sumado a una recuperación más rápida de las exportaciones y mejor valoración de las materias primas, contribuirán a impulsar el proceso gradual de recuperación de la economía en 2021.

En cuanto a la inflación, que se ha reducido significativamente por los subsidios a los servicios públicos, la disminución de los precios de los combustibles y las exoneraciones del IVA a algunos productos, el servicio de estudios de BBVA estima que, hacia delante, se mantendrá baja por cuenta de la debilidad de la demanda y la moderación de las presiones cambiarias, cerrando 2020 en 1,9% y 2021 en 2,8%.

Por otra parte, BBVA Research estima que hay espacio adicional para reducciones de la tasa de interés. En este momento, la tasa de intervención se encuentra en mínimos históricos. “Pero, en la medida que la inflación se mantendrá baja y la actividad económica aún necesita más estímulos en su recuperación, el Banco de la República (central) reducirá aún más su tasa, a 2% en los próximos meses”, indicó.

Por su parte, el desempleo permanecerá en niveles altos durante algún tiempo ubicándose en 2020 en cerca de 20%.

 

Los retos

En el frente fiscal, el análisis realizado por BBVA Research prevé importantes desafíos para el Gobierno nacional ante la suspensión de la regla fiscal para dar espacio de apoyo a los planes sociales y a la actividad económica en 2020 y 2021. En el corto plazo, requerirá de altos ingresos no tributarios y, a mediano plazo, de una reforma tributaria para lograr una consolidación fiscal acorde a las metas estructurales.

En cuanto al balance externo, el principal reto será recuperar su financiamiento a partir de la inversión extranjera directa y procurar por una recuperación del ahorro nacional.

Así mismo, a mediano plazo los principales retos se centran en afianzar la recuperación para salvaguardar los avances en materia de bienestar social en las últimas décadas y lograr consolidarlos a futuro.

“En este sentido, serán necesarios grandes avances en productividad e inversión en aspectos como mejoramiento de la infraestructura social y de transporte, impulso al sector agroindustrial y reducción de la informalidad, entre otras acciones, para mejorar el crecimiento potencial y el bienestar social”, puntualizó Téllez.