Maduro quiere ganar tiempo y dividir a oposición: Guaidó | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 30 de Junio de 2021
Agencia Europapress

El dirigente opositor venezolano Juan Guaidó ha asegurado que participar o no en las elecciones regionales de noviembre "es un falso dilema" y ha considerado los últimos gestos del Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, como una forma de "ganar tiempo" con el fin de "dividir" a la oposición.

"Participar o no es un falso dilema. Los venezolanos quieren condiciones, quieren elegir y que se respeten los resultados. Los venezolanos quieren que se garantice el derecho a la vida, a servicios públicos. Nosotros estamos luchando por condiciones", ha dicho Guaidó.

"El objetivo de la dictadura es dividir, ganar tiempo y distender la presión internacional", ha dicho Guaidó en una rueda de prensa en la que ha apelado a la unidad de "todos los venezolanos" para ratificar el "acuerdo de salvación nacional", propuesto por este sector de la oposición que él dirige.

"Poco vale hoy la palabra de los que durante años han transgredido una y otra vez la Constitución, los derechos de los venezolanos, por eso necesitamos acuerdos con garantías. Hay que fortalecer el acuerdo de salvación nacional", ha dicho.

Por ello, ha pedido a los venezolanos que participen en los congresos regionales que está previsto que tengan lugar el próximo de 5 julio en cada uno de los 24 estados de Venezuela para "suscribir y formar parte" de esos acuerdos.

Los principales grupos de la oposición ya renunciaron a participar en las últimas grandes citas electorales alegando falta de garantías, por lo que quedaron al margen de las presidenciales de 2018 y las parlamentarias de 2020.

Las declaraciones de Guaidó se dan días después de que Maduro lanzara varios guiños a la oposición política en pleno debate sobre el marco en que se celebrarán las próximas elecciones regionales.

El lunes, Maduro anunció la eliminación de la figura de los "protectores", una suerte de autoridad paralela con la que el chavismo venía a controlar los territorios gobernados por la oposición. Su premisa para las próximas elecciones pasa por que "gobierne quien gane", "a ver cómo les va".

"La oposición ojalá logre la unificación de sus fuerzas porque nosotros queremos salir a batallar con esa oposición unida y que gane quien tenga que ganar", dijo entonces, un día antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmase que en la votación del 21 de noviembre autorizaría la participación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Bajo la MUD, la oposición obtuvo a finales de 2015 su más reciente éxito electoral, gracias a una alianza que le permitió hacerse con el control de la Asamblea Nacional. Los partidos aún reivindican dicha mayoría como la única institución legítima en Venezuela, bajo los mandos de Juan Guaidó, de Voluntad Popular.

La MUD, constituida oficialmente en 2008 al amparo de diez partidos, es una de las 20 formaciones que podrían aspirar el 21 de noviembre a los más de 300 cargos que se pondrán en juego, conforme a lo designado por el CNE, que cuenta desde principios de mayo con dos miembros afines a la oposición.

Esta batería de gestos coincide también con el anuncio por parte de la Unión Europea de una misión técnica llamada a evaluar sobre el terreno si puede desplegar observadores electorales en noviembre, así como con los mensajes llegados de diferentes bandos políticos en favor de un diálogo interno que no termina de concretarse.

La oposición, entretanto, no oculta en líneas generales su recelo hacia este tipo de medidas, si bien la renovación del CNE ya permitió ver en mayo grietas entre quienes, como Guaidó, abogan por una línea más dura frente al chavismo y otros, como el excandidato presidencial Henrique Capriles, que plantean posibles acercamientos en busca de soluciones prácticas.

En lo que sí coinciden tanto Guaidó como Capriles es que Maduro, haga lo que haga, debe ceñirse a la Carta Magna. "Se confiesa dictador cuando la promesa es cumplir (ahora sí) la Constitución", publicó Guaidó el martes en sus redes sociales, en alusión a una serie de agravios recientes entre los que incluyó la designación de "protectores", el "secuestro" del poder judicial y los delitos contra la Humanidad supuestamente cometidos