China y EE.UU.: tensión en el mar del Sur asiático | El Nuevo Siglo
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Sábado, 11 de Mayo de 2019
Natalia Mariño*

ESTA FUE una semana de alta tensión en las relaciones entre China y Estados Unidos. En plena “guerra comercial”, la potencia norteamericana busca contener la expansión del gigante asiático en el mar del Sur de China. El lunes pasado, dos buques de guerra estadounidenses navegaron cerca de las islas que China reclama en dicho territorio, causando una fuerte reacción de este país por considerarla una violación a su soberanía.

Esta noticia se enmarca también en un aumento significativo de la flota marina china desde la llegada del presidente Xi Jinping. Con su estrategia de construir la Franja y la Ruta, también conocida como la Ruta de la Seda del Siglo XXI, China necesita controlar vías marítimas que son también reclamadas por otros países.

Zona estratégica

El mar de Sur de China, como su nombre lo indica, está ubicado en la parte sur del gigante asiático y tiene una extensión de 3.5 millones de kilómetros cuadrados. Los países vecinos, Taiwán, Filipinas, Brunei, Vietnam y Malasia, también reclaman soberanía sobre las islas ubicadas en esta zona, conocidas como Spratly.

Es uno de los lugares de mayor interés económico y estratégico porque “las islas, islotes y atolones están ubicados en uno de los corredores de más intenso tráfico marítimo, es una zona de pesca abundante y contiene reservas de gas y petróleo en el subsuelo. Por el hecho de ser un corredor de naves comerciales y navíos militares, ese espacio adquiere relevancia en los planes de defensa de los países involucrados”, comenta a EL NUEVO SIGLO Pío García, PhD en filosofía, profesor de la Universidad Externado de Colombia y experto en el pensamiento y geopolítica de Asia.

Históricamente, el comercio y las rutas marítimas han sido de suma importancia para China. Los chinos construyeron la Ruta de la Seda, que además de incluir una parte terrestre, tenía rutas por mar estratégicas que concluían en Europa.

Comenta García que “los dos archipiélagos son de abierta importancia para todos los países de Asia Oriental y Asia del Sur. Se tienen registros de comercio entre las islas en el Pacífico Oriental desde hace más de 6 mil años. En ese comercio, los archipiélagos de Paracel y Spratly sirvieron de estaciones para los navegantes”.

La reclamación de China a esta zona data de la llegada del Partido Comunista en 1949, pero Xi Jinping, mandatario que ha prometido el “sueño chino”, ahora busca que el país sea fuerte y moderno y se convierta en una potencia militar en la región. Así las cosas, en los últimos años, China ha aumentado su armada naval y flota marítima, como submarinos, fragatas y tanques. “Entre 2015 y 2017, China lanzó casi 400.000 toneladas de embarcaciones navales, aproximadamente el doble de la producción de los astilleros estadounidenses en ese período”, comenta una investigación de Reuters con base en un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Además de fortalecerse militarmente, China también ha ocupado islas y archipiélagos en esta zona, reclamando su posesión para construir bases militares en ellas. De acuerdo con el South China Morning Post, Vietnam, Filipinas y Malasia también han actuado de forma similar, pero China ha sido la más agresiva reclamando casi 3.000 acres en las islas Spratley desde 2014.

 

¿Y Estados Unidos?

Para la primera potencia del mundo, estas actuaciones representan una violación al derecho internacional, además de impedir la “libertad de navegación”. Estados Unidos también ha intervenido en el intento de China de expandirse por este mar, protegiendo a Taiwán, su aliado, enviando portaaviones y embarcaciones. La investigación divulgada por Reuters afirma que, a nivel global, la armada estadounidense continúa siendo la fuerza marítima dominante, con embarcaciones más poderosas, aunque China la supera en número.

China ve como una amenaza el envío de embarcaciones por parte de Estados Unidos a la zona y por eso dice actuar en defensa propia. Además de lo sucedido el lunes pasado, esta semana un buque de guerra estadounidense se unió a embarcaciones japonesas, indias y filipinas para mostrar la alianza creada para contener la expansión de China en este mar. De acuerdo con un artículo de Foreign Affairs sobre cómo podría actuar Estados Unidos al respecto, recomienda crear una “efectiva coalición” para ayudar a los países del Sudeste Asiático a reclamar sus derechos en este mar y a sus islas y así presionar a Beijing.  

Desde hace años, China se ha consolidado como el principal rival estadounidense en materia económica y en influencia mundial. Pero con Trump, las tensiones han incrementado al iniciar una guerra comercial con el gigante asiático. Esta semana en medio de conversaciones para llegar a un acuerdo, Estados Unidos finalmente impuso tarifas por $200 billones de dólares a importaciones del país asiático. Esto, más las tensiones que se libran en el mar del sur de China, solo aumentan la presión a los chinos en diferentes frentes y evidencian la rivalidad de las dos potencias.

 

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(*)@nataliamarinop