Sin excepción alguna, el aborto será ilegal en Oklahoma. En los próximos días, el gobernador Kevin Stitt firmará la más reciente ley sobre el tema, prohibiendo la interrupción voluntaria del embarazo desde que hay vida, la que estipula se da desde el momento mismo de la concepción.

“No puede haber nada más elevado, ‘sublime’ o más crítico que la defensa de la vida inocente y no nacida”, argumentó el representante estatal republicano Jim Olsen en el pleno de la Cámara de Representantes de ese estado, donde se aprobó el proyecto de ley que tipifica el aborto como una práctica ilegal, con una votación de 73 a 16.

Enfatizó que, pese a que "la violación y el incesto son un crimen horrible", el "bebé" todavía "tiene derecho a la vida".

En medio de las crítica voces de los demócratas, abiertos defensores de lo que califican como “derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo” y señalan que leyes como la aprobada es un “retroceso” en los derechos fundamentales, como el de la “autodeterminación”, se dio vía libre a esta ley, la tercera pero la más restrictiva frente a la interrupción de la maternidad.

Vale recordar que el gobernador Stitt, abanderado en la ofensiva republicana a nivel nacional en la defensa a la vida que tienen los ‘no nacidos’, ha firmado este año dos medidas en tal sentido. Una de ellas, siguiendo el modelo de una ley de Texas, que permite a los ciudadanos privados emprender acciones civiles contra los proveedores de servicios de aborto. La otra tiene que ver con la penalización de dicha práctica en ese estado y que contempla como única excepción una emergencia médica, es decir, cuando esté en riesgo la vida de la madre.

Así, ya no tienen lugar las excepciones en caso de violación o incesto, por lo que aquellos que realicen este procedimiento se enfrentarán a multas y hasta a diez años de prisión.

La legislación que acaba de ser aprobada indica que se prohíbe “el aborto desde el momento de la fecundación”, lo que generó mucha confusión ya que como se sabe la misma se da cuando el óvulo es fecundado en las trompas de Falopio (primer día tras la relación sexual), luego avanza hacia el útero (entre 2 y 5 días) y finalmente anida en la misma para comenzar a desarrollar el feto o la nueva vida.

Los detractores de la iniciativa consideraron que es imposible determinar el delito desde ese período de tiempo cuando, inclusive, la mujer desconoce si está en gestación, al igual que si temiendo que pueda estarlo acuda a algún medicamento de emergencia para interrumpirla.

La representante estatal republicana Wendi Stearman, quien lideró el proyecto aclaró que la intención del mismo es “desalentar el aborto, no la anticoncepción”. En otras palabras, agregó, que tanto la mujer como su pareja sean conscientes que si bien tienen “el derecho a vivir libremente y amarse”, también deben tener en cuenta que la mejor decisión en materia de salud reproductiva, si no desean engendrar, “es el cuidado previo”.

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Además, como lo explicó otro vocero de la bancada conservador a The New York Times, el proyecto de ley aprobado no incluye "el suministro o venta de píldoras del día después o cualquier tipo de anticonceptivo de emergencia".

Stearman destacó que esta ley define a un niño por nacer como “un feto o embrión humano en cualquier etapa de gestación desde la fertilización hasta el nacimiento”.

Los grupos antiaborto, que sostienen que tal práctica un asesinato, han fracaso en su intento, desde la decisión de Roe vs. Wade -1973- aprobar leyes federales o estatales que definen la vida como un comienzo en la fertilización.

Sin embargo, ahora ante la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia revoque el emblemático fallo, lo que llevaría a que sean los estados los que legislen sobre el tema y los ciudadanos que se pronuncien a favor o en contra del mismo con la elección de sus representantes, tanto republicanos (conservadores) como demócratas están en frenética carrera con la presentación de leyes bien para extremar las restricciones al aborto o eliminarlas, respectivamente.

Como se recordará, un borrador de opinión de la Corte Suprema, escrito por el juez Samuel A. Alito Jr., junto con los argumentos orales en el caso en cuestión, con respecto a una ley de Mississippi que prohíbe el procedimiento después de las 15 semanas de embarazo, indicó que el tribunal estaba preparado para hacerlo. Ese documento fue filtrado y publicado por Político, en un hecho que muchos consideran una indebida presión a la mayoría conservadora que tiene ese alto tribunal.

 Inspirados por la norma de Texas, ratificada por el Tribunal Supremo en septiembre de 2021, son varios los estados controlados por los republicanos en los que se han presentado textos similares al que acaba de ser aprobado en Oklahoma que cierran la puerta a la interrupción voluntaria del embarazo, sin salvedad alguna.

Ante la posibilidad de que la Suprema revoque el fallo mencionado, los demócratas impulsaron sin éxito, hace una semana, una ley federal para garantizar el derecho al aborto. La iniciativa tramitada por el Senado no tenía futuro, pues de no contaban con los 60 votos requeridos para aprobarla y monolíticamente los republicanos iban a votar en contra.

El tema de los derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y su salud reproductiva centra desde hace semanas la agenda política en Estados Unidos ante el impacto que la decisión de la Corte Suprema sobre el aborto tendrá en las llamadas ‘mead teams’ o de medio mandato que se realizarán en noviembre, donde es muy posible que los demócratas pierdan sus estrechas mayorías en el Congreso.

Rechazo de la Casa Blanca

Una vez conocida la aprobación de la ley que prohibirá el aborto en Oklahoma, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre entregó un comunicado que señala que “el presidente (Joe Biden) cree que las mujeres tienen el derecho fundamental a tomar sus propias decisiones en materia de salud reproductiva. 'Roe' ha sido la ley del país durante casi 50 años, y la equidad básica y la estabilidad de nuestra ley exigen que no se anule”.

Así, hizo hincapié en que la acción de la legislatura de Oklahoma "es el esfuerzo más extremo para deshacer estos derechos fundamentales que Estados Unidos ha visto hasta la fecha", sumándose así a las palabras pronunciadas por la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien también ha calificado la acción de "escandalosa".

Asimismo, la Casa Blanca denunció que la ley adopta "el absurdo plan de Texas de permitir que los ciudadanos particulares demanden a sus vecinos por prestar servicios de salud reproductiva y ayudar a las mujeres a ejercer sus derechos constitucionales".

Jean-Pierre ha subrayado que hay un "esfuerzo creciente por parte de funcionarios de MAGA, refiriéndose a las siglas 'Hacer América Grande Otra Vez', para "hacer retroceder las libertades" que se "deben dar por sentado" en el país.

"Están empezando con los derechos reproductivos, pero el pueblo estadounidense debe saber que otros derechos fundamentales, incluyendo el derecho a la anticoncepción y la igualdad matrimonial, están en riesgo", ha agregado.

En este sentido, la portavoz de la Casa Blanca recordó que "el presidente se ha comprometido a defender estos derechos constitucionales y a proteger las libertades fundamentales de los estadounidenses", algo que también repitió tras conocerse el borrador del Supremo sobre el fallo histórico de 'Roe versus Wade'.

Por su parte, la presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America, Alexis McGill-Johnson, señaló que "Oklahoma será el primer estado del país en prohibir por completo el aborto, incluso mientras Roe siga en pie".

En el camino de Oklahoma están otros 25 estados de conducción republicana y, en espera de la decisión del máximo tribunal de justicia de Estados Unidos, han presentado un arsenal de iniciativas que buscan proteger el derecho que tiene humano a nacer, desde que es un embrión. /Redacción internacional con Europa Press