Una mujer muy poderosa | El Nuevo Siglo
Sábado, 10 de Abril de 2021

Así como Angela Merkel es considerada la mujer más poderosa de Alemania y de Europa, podemos decir que Kamala Harris, la vicepresidenta de los Estados Unidos, es a su vez la mujer más poderosa de los Estados Unidos. Y aunque su jefe, el presidente demócrata Joe Biden, ha confesado que aspira a la reelección es mucho más probable que sea ella la que finalmente corra por el Salón Oval. Sería todo un acontecimiento histórico.

Hija de una madre india y de padre jamaicano, desde pequeña en su hogar se respiraba mucha política. "En estos tiempos lo más importante y trascendente es la confianza recíproca", dice y agrega: "Hay que dar y recibir confianza a cada momento de la vida". Y para ello hay que decir siempre la verdad, aunque sea dolorosa y nos perjudique, sus biógrafos recuerdan que fue muchas veces las ocasiones que de pequeña recibió castigo por admitir siempre su culpabilidad.

Kamala opina que sus compatriotas no podrán solventar sus problemas más apremiantes si no son sinceros consigo mismos y aprenden a respetar las minorías de cualquier índole.

"Necesitamos decir la verdad y que también los demás nos la digan", es su credo político. Indica que su país debe superar las barreras del machismo, la homofobia, la transfobia, y el antisemitismo." No debemos olvidar que somos un país de inmigrantes e hijos de inmigrantes", sostiene la vicepresidente de Estados Unidos.

"Puedes ser el primero, pero nunca el último" ha inspirado toda su carrera desde que llegó a ser la fiscal general de California. Para ella lo más importante es buscar las cosas que nos unen y no las que nos separan. Cree fervientemente que Estados Unidos no recuperará su liderazgo mundial si no se comporta como un socio desinteresado con sus aliados e incluso con sus adversarios y enemigos.

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El coronavirus sigue causando estragos físicos y mentales. Estamos todos encerrados y todos encrispados. En Colombia cuatro ciudades, Barranquillla, Santa Marta, Medellín y Cali han sido laceradas miserablemente. La indisciplina social es el gran combustible para causar mortandad.

Las parrandas y festines, "el relajo", se encargan de envenenar todos los ambientes. Las vacunas, a pesar de lo que diga el gobierno, se siguen suministrando a cuenta gotas.

Adenda

En un país de sangre caliente y en donde se desprecia tanto la vida es una verdadera locura autorizar el porte de armas. Por lo demás, que triste es el espectáculo de un ver un muerto armado.