¡No se trasnoche! Conozca cómo hacerle frente a la falta de sueño | El Nuevo Siglo
La narcolepsia, el insomnio o la apnea obstructiva del sueño son los trastornos más comunes, lo que causa la aparición de otras enfermedades como la ansiedad o el estrés.
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Viernes, 19 de Marzo de 2021
Redacción Cultura

La falta de sueño, que se convirtió en una de las consecuencias más comunes de la llegada de la pandemia, trae consigo no solo importantes problemas de salud, sino también pérdida de productividad, dificultad para concentrarse y una deficiente calidad de vida.

Es por eso, que desde el 2008, la Sociedad Mundial del Sueño, celebra, cada mes de marzo, el Día Mundial del Sueño, una fecha en la que se destaca la importancia de mantener buenos hábitos para lograr un descaso de calidad y evitar posibles enfermedades.

Dormir es una actividad imprescindible que permite obtener la energía necesaria para llevar a cabo cualquier actividad de manera eficiente y adecuada, por tanto no hacerlo tiene un gran impacto en el estado físico, emocional y mental.

Los expertos señalan que los adultos deben dormir entre siete y ocho horas y en el caso de los niños, se recomiendan más de ocho horas diarias. Sin embargo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, al menos el 40% de la población tiene una calidad de sueño deficiente


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¿Cómo lograrlo?

Bajo el slogan de este año, “Sueño regular para un futuro saludable”, y para disminuir las enfermedades ligadas a los trastornos del sueño, el Instituto Latinoamericano de Neurología y Sistema Nervioso brinda algunas recomendaciones para lograr mejores hábitos del sueño:

  1. Evitar tomar sustancias como café, té, alcohol, tabaco y bebidas energizantes, especialmente durante la tarde o al final del día.
  2. Tomar una cena ligera y esperar una o dos horas antes acostarse.
  3. Realizar actividad física y evitar hacerla justo antes de dormir.
  4. Evitar las siestas prolongadas, sobre todo al final de la tarde.
  5. Implementar una rutina antes de acostarse a dormir que incluya hábitos relajantes como escuchar música tranquila, lavarse los dientes, una ducha tibia o meditación.
  6. Mantener horarios de sueño regulares, acostándose y levantándose siempre a la misma hora todos los días, tratando de incluir los fines de semana.
  7. Evitar exponerse a luz brillante a última hora de la tarde y durante la noche si existen problemas para conciliar el sueño.
  8. No utilizar la cama para actividades como comer o trabajar. Esta se debe usar exclusivamente para el descanso y la vida en pareja.
  9. Mantener un ambiente adecuado en la habitación que favorezca y ayude a mantener el sueño, manteniéndola ordenada.

Desórdenes de sueño, una pesadilla

Además de la implementación de hábitos saludables para dormir mejor, es importante hablar sobre los desórdenes del sueño que afectan a decenas de miles de personas anualmente y deben ser tratados por médicos especialistas.

Uno de los más comunes es la apnea obstructiva del sueño, que se ha convertido durante los últimos años en un problema mundial de salud pública debido a su elevada prevalencia y a los daños en la salud que genera. Las personas que padecen esta condición presentan eventos repetitivos de obstrucción intermitente parcial o total de la vía aérea mientras duermen, ocasionada por disminución del tono muscular asociado al envejecimiento, obesidad, disposición genética o malformaciones en la vía aérea.

La apnea se traduce en una disminución de las concentraciones de oxígeno en la sangre, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo como alteraciones en la memoria, mayor riesgo de accidentes, alteración en procesos inflamatorios, metabólicos e inmunológicos, alteraciones en la calidad de vida y en el desempeño laboral, entre otros.

Los síntomas de este trastorno incluyen ronquidos, obesidad, cansancio y somnolencia excesiva durante el día; y aunque la apnea del sueño se asocia con los ronquidos, no todas las personas que roncan tienen apnea del sueño. 

Para diagnosticar la apnea del sueño es necesario realizar una poligrafía o una polisomnografía. En el caso de la polisomnografía, es un estudio que registra los patrones de sueño, la respiración y la actividad cardíaca de una persona durante una noche entera.

Las opciones de tratamiento incluyen bajar de peso, evitar que la persona duerma boca arriba, utilizar un dispositivo especial o realizar una cirugía para corregir la obstrucción en las vías respiratorias y se determinan dependiendo del paciente.

Insomnio

Combinaciones debilitantes

Además de los trastornos del sueño como la narcolepsia, el insomnio o la apnea obstructiva del sueño, existen algunas enfermedades como la dermatitis atópica, el asma y la rinosinusitis crónica con pólipos nasales en las cuales, la manifestación de sus síntomas puede tener un impacto en la calidad del sueño y a la vez en la complicación de la misma enfermedad.

A causa de las lesiones en la piel que genera la dermatitis atópica, los pacientes sufren de prurito, una sensación de irritación continua y debilitante que produce picazón por más de 12 horas en el día e incluso en la noche se manifiesta un deseo incontrolable de rascarse, lo cual no solo empeora las lesiones en la piel, sino que posteriormente desencadena una disminución importante de la productividad, dificultades en la socialización y alteración en las dinámicas familiares.

Para los pacientes pediátricos puede ser aún más grave, ya que, son necesarios períodos de sueño adecuados de más de ocho horas para que los niños tengan un desarrollo óptimo de su sistema inmunológico. Las cifras indican que el 54% de los menores se despiertan más de tres noches por semana, lo cual repercute en pérdida de productividad, alto grado de ausentismo escolar y afecta a los padres y cuidadores, quienes pierden al menos 39 minutos de sueño por noche. Si esto sucede con una frecuencia diaria, pueden llegar a experimentar ansiedad y depresión por fatiga.

Por otra parte, para los pacientes asmáticos en las noches hay mayor inflamación crónica de las vías respiratorias y esto está asociado con que presenten mayor sintomatología como dificultad para respirar, producción de moco, sonido tipo silbido en sus pulmones, y, por ende, se les dificulte conciliar el sueño.

La calidad del sueño está correlacionada con un control no adecuado de los síntomas de este tipo de enfermedades y con lo que Catalina Beltrán, gerente médico de Dermatitis Atópica para la región Copac, llama la desesperanza aprendida, es decir, “ante la no resolución de su patología el paciente normaliza el sentirse limitado a realizar actividades de la vida cotidiana como el dormir bien y se acostumbra a sufrir cierto tipo de síntomas que deberían ser controlados”.