El revolcón bursátil con las OPA de los Gilinski y el GEA | El Nuevo Siglo
EL EMPRESARIO Jaime Gilinski logró dar un revulsivo al mercado bursátil colombiano y ahora va por más compras. /ENS
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Sábado, 15 de Enero de 2022
Redacción Economía

Esta semana el país fue testigo de una de las movidas empresariales más importantes de los últimos años, no solo por la trascendencia de los involucrados sino por la operación financiera que le permitió a una de las partes meterse de lleno en el negocio tradicional del otro. Y lo hizo pagando casi US$1.930 millones, es decir $7,6 billones al cambio.

Se trata de las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) con que el Grupo Gilinski se tomó el 25,25% de las acciones de SURA, y de la compra del 27,6% de Nutresa, dos de las empresas emblemáticas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).

En la operación de SURA, los empresarios vallecaucanos lograron una importante compra, lo que les permite tener dos puestos dentro de la Junta Directiva, pero en el negocio con Nutresa, la estrategia de los Gilinski de adquirir entre el 50,1% y hasta el 60% no fue posible, aunque el monto de las acciones adquiridas les permite un lugar en la junta.

El plan del Grupo Gilinski desde el comienzo cuando propusieron el negocio a la Superintendencia de Industria y Comercio, era desarrollar una OPA hostil, en la que los oferentes realizan una oferta amplia, pero su objetivo fundamental es adquirir las acciones a todos los accionistas, o a una buena parte de ellos, para alcanzar niveles óptimos de control del capital, del derecho de voto y, por tanto, del gobierno de una compañía.

En el mercado accionario se da el apelativo de hostil derivado de la no negociación, ni acuerdo, entre las empresas oferentes y la empresa que trata de ser absorbida.

En este caso, desde que se conocieron las intenciones de los Gilinski en noviembre pasado de realizar las OPA, la reacción del GEA fue inmediata, mediante sendos comunicados del Grupo SURA, Argos y Nutresa, todos ellos con una participación accionaria entrelazada en el enroque corporativo.

Reclamos

Al realizarse las OPA, el negocio quedó en firme, pese a que, en el medio, el GEA interpuso un pedido a la Bolsa de Valores de Colombia: que no las adjudicara hasta que se realizara una investigación sobre la legalidad de los trámites y por denuncias de algunas supuestas operaciones “en silencio” para que finalmente se diera la venta accionaria.

Sin embargo, este reclamo no fue atendido por la BVC, que tenía hasta la otra semana para aceptar o rechazar las OPA. Sorpresivamente, el pasado viernes, la Bolsa de Valores de Colombia dio a conocer el resultado de la adjudicación de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) del Grupo SURA, que finalizó el martes: en total, fueron válidas 3.979 aceptaciones. Es decir, los Gilinski se quedaron con 118.168.821 acciones, el 25,25% del Grupo SURA. En teoría, este porcentaje es más que suficiente para que los Gilinski tomaran asiento en la junta directiva. Es decir, cada puesto en la Junta les salió a los Gilinski en US$476,6 millones, para sumar US$953 millones.

Asimismo, en la otra OPA, la de Nutresa, 3.364 inversionistas aceptaron vender, lo que equivale al 27,69% de las acciones en circulación, convirtiendo a los Gilinski (y a su socio de medio oriente) en los segundos principales accionistas de Nutresa, y por la que deberán pagar US$977 millones.



El enroque

Aunque son dos operaciones diferentes, ambas OPA están conectadas debido al enroque accionario del GEA (todas tienen acciones de todas). Por ejemplo, con corte de junio de 2021, en el Grupo SURA el 36,02% de las acciones las tenía el Grupo Argos (y sus filiales) y el 13,04% estaba en manos del Grupo Nutresa. En el Grupo Nutresa, el 35,25% de las acciones las tiene el Grupo SURA y el 9,8% el Grupo Argos. Y respecto al Grupo Argos el 36% de las acciones las tiene el Grupo SURA y el 13% lo tiene el Grupo Nutresa.

En la comunicación que SURA hizo a la SIC y otra ante la Superintendencia Financiera, reclama que le haya concedido a los Gilinski reserva sobre la información de la existencia de la OPA desde diciembre de 2020. Además, cuestiona la aprobación de la propuesta presentada por JGDH Holdings, del Grupo Gilinski.

Por otro lado, en el recurso de reposición ante la Superfinanciera, SURA asegura que se violó el Estatuto Financiero, pues antes de formular la oferta se requería el permiso del superintendente, teniendo en cuenta que está en juego el traslado de más de 10% de la propiedad de entidades financieras vigiladas. A este reclamo se suma el hecho de que, con la compra de acciones, cambia el control de un buen porcentaje de EPS Suramericana, por lo que (argumenta SURA) era necesario el permiso de la Superintendencia de Salud.

De otro lado, este negocio tocó la estructura de uno de los conglomerados más grandes del país: el Grupo Empresarial Antioqueño.

Esta jugada llevó a que las empresas objeto de compra anunciaran la búsqueda de socios estratégicos y la llegada de los diferentes negocios a mercados internacionales como la Bolsa de Nueva York.

Lo que viene

De otra parte, los movimientos estratégicos no terminarían con el desembolso de US$977,71 millones por Nutresa. El reglamento que rige este tipo de operaciones deja habilitado a Gilinski para que, dentro de la negociación diaria de acciones en el mercado bursátil, adquiera menos de 5% de papeles.

De llevar a cabo esta jugada, el empresario caleño pasaría a ser el mayor socio de SURA, superando al Grupo Argos, que actualmente posee 27,66% de esta empresa. Así mismo, para el caso de Nutresa, pasaría de tener 27,69% a 32,69%, manteniéndose como el segundo socio más grande, pero con una mayor injerencia dentro de la multilatina.

Para Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, la intención es ingresar en negocios diversificados.

“Teniendo en cuenta que tiene una chequera amplia, no dudo que intente aumentar su posición, pese a que un menor número de acciones flotantes los castiga. De hecho, falta ver cómo van a quedar paradas estas compañías en el próximo rebalanceo de la Bolsa de Valores, por lo que el atractivo para el inversionista empieza a disminuir”, dijo.

A este hecho se sumaría la aproximación de nuevas ofertas de adquisición. Una de ellas provendría del mismo Gilinski, quien, según un reciente estudio de Scotiabank, podría pensar en lanzar una nueva OPA por otro porcentaje de Nutresa, pero a un precio mayor del planteado en la actual. Lo anterior recogería los papeles de quienes quedaron indecisos ante lo que se estaba ofreciendo durante el proceso.

La otra oferta nacería de un socio estratégico que estarían buscando los actuales dueños de la compañía de alimentos para que ofrezca un valor mayor al actual y que se acerque a lo que las compañías del GEA consideran el valor fundamental.



El roce de los dos grupos

En la operación de las OPA, no es la primera vez que estos dos grupos empresariales se enfrentan. De hecho, se podría decir que es un nuevo capítulo en una disputa que comenzó en 1997, cuando se dio la fusión entre el Banco de Colombia y el Banco Industrial Colombiano que dio vida a Bancolombia. Para los Gilinski esta operación desvalorizó fuertemente sus acciones y pidieron una compensación de US$100 millones. Tan solo hasta 2010 las partes (el GEA y los Gilinski) llegaron a un acuerdo. Pero las dos OPA de estas tres últimas semanas demostrarían que la rivalidad nunca terminó.