El Museo Nacional del Vallenato, ubicado en Fonseca, La Guajira, es la nueva casa que resguarda música en diferentes formatos, fotografías e historias alrededor de uno de los géneros que destaca la diversidad cultural de Colombia.
Fue inaugurado el mes pasado con el propósito de crear un espacio para preservar y divulgar la cultura y el folclor de la región Caribe.
El museo guarda discos vallenatos en distintos formatos, fotografías que retratan a los compositores e intérpretes colombianos, y libros y documentos de la historia de este género musical.
La idea provino de querer unir los dos museos ya existentes en Fonseca: Museo Histórico de Fonseca y Casa Museo La Provinciana, por parte de los directores David Hernández y Carmen Lucina Rodríguez. Ellos buscaban salvaguardar, reconocer y promover la cultura en un espacio tangible y generar una fuente de conocimiento, alrededor del vallenato, para el mundo.
Para el viceministro Jorge Ignacio Zorro, este museo representa uno de los objetivos del Ministerio de Cultura: preservar los saberes, en este caso los juglares. “Desde el Ministerio de Cultura estamos comprometidos con el Plan Especial de Salvaguardia de la música vallenata tradicional, con la implementación de medidas que permitan su fortalecimiento y transmisión de saberes y conocimientos. Por eso valoramos el esfuerzo de la comunidad de Fonseca y el respaldo de la administración municipal en el sueño de contar con un Museo Nacional para el género insigne de nuestro folclor ante el mundo”, comentó.
La fundadora del museo, Lucina Rodríguez, habló sobre el significado del museo para la comunidad. “Este museo es una muestra del talante del pueblo fonsequeño que se empeña en preservar la cultura del vallenato. Esta es una expresión de salvaguardar el trabajo de los juglares y tenemos que demostrar que estamos dispuestos a conservar la herencia musical y la cultura”.
Por su parte, la senadora Imelda Daza aseguró que este museo es importante para que perdure la música autóctona en las generaciones actuales. “Nos sobran los grandes maestros, sintámonos complacidos de tener tan importantes intérpretes del acordeón en Colombia y en nuestra región. Vale la pena el apoyo, se trata de fomentar músicos y que hagan la música perdurable. Sepamos que el acordeón fue, en principio, de los europeos, pero hicimos un gran folclor y eso selló en nosotros un sentimiento profundo”, agregó.
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El Ministerio de Cultura también estuvo en La Casa Museo “el pollo Martínez” en El Hatico, Fonseca; donde la alcaldía municipal propuso la vinculación de Fonseca al Festival de la Leyenda Vallenata del 2023, y el ministerio se comprometió a apoyar la propuesta de fomento de este género musical a través de escuelas para niñas y niños vallenatos.
Adicionalmente, el viceministro Jorge Ignacio Zorro visitó La Casa de la Cultura en Valledupar, donde se realizaron muestras de varios grupos artísticos liderados por jóvenes de diferentes etnias del Cesar, Magdalena, Sucre y La Guajira.
El Museo Nacional del Vallenato estará abierto al público de lunes a viernes, de 3:00 a 5:30 p.m.
También habrá agenda de visitas escolares programadas. Las personas interesadas en asistir deben comunicarse al celular 310 6586220.
Importancia del vallenato para la humanidad
En el 2015, la Unesco declaró al vallenato, uno de los géneros más tradicionales del país, como Patrimonio Inmaterial de la humanidad. Las raíces del ritmo van más allá de los años y de las generaciones. Cuentan los juglares, los artistas y forjadores de una tradición que traspasa la poesía y las notas musicales, que el vallenato nace del resultado de agrupar cumbias, paseos, sones y merengues y, por supuesto, de vincular al acordeón europeo en su recorrido por La Guajira a finales del siglo XIX.
Los instrumentos que hablan por la música y la naturaleza de la región Caribe, como la guacharaca, que proviene de la caña y la caja del tallo del árbol murucutú o cañaguate, complementan un folclore que ha resonado durante siglos hasta convertirse en el ritmo insigne de Colombia.
Además de esto, el vallenato trae consigo grandes nombres de maestros que han esculpido con sus composiciones los himnos del norte del país. Entre estos están Leandro Díaz, Rafael Escalona, Emiliano Zuleta y acordeoneros como Alejandro Durán, Calixto Ochoa y Luis Enrique “el pollo Martínez”, quien precisamente nació en Fonseca.