EL GRUPO Estado Islámico (EI) acumula derrotas en Irak y en Siria pero creará en el ciberespacio un "califato virtual" para proseguir la lucha y atraer simpatizantes, advierten expertos.
Y puede ser más difícil expulsar al grupo yihadista de los recovecos de la "web profunda" que de los suburbios de Mosul o de Raqa, aseguran. Y desde internet la organización puede continuar incitando a sus miembros y seguidores a pasar a la acción.
Al comienzo del año, en un texto titulado "El califato virtual", el general estadounidense Joseph Votel, a la cabeza del Comando Central de Estados Unidos (que abarca de Oriente Medio a Asia) advertía: "Derrotar al EI en el campo de batalla físico no es suficiente".
"Incluso después de la derrota decisiva en Irak y en Siria, el EI se cobijará probablemente en un refugio virtual, un 'califato virtual', desde donde seguirá coordinando e inspirando atentados", escribe. "Esto también le permitirá continuar formando una base de seguidores hasta que el grupo esté en condiciones de reconquistar territorios físicos".
"Este califato virtual", añade, es una versión del califato histórico, "una comunidad estratificada de musulmanes dirigidos por un califa (actualmente Abu Bakr al Bagdadi), que aspira a formar parte de un Estado gobernado por la sharía y localizado en el ciberespacio".
La pérdida de la mayor parte de los territorios conquistados militarmente en Irak y en Siria ha mermado la comunicación digital del EI, que sube menos información y en peores condiciones que hace unos meses, pero lo sigue haciendo, recalcan los expertos.
Su medio de comunicación y de propaganda, Amaq (que se reivindica como una agencia de información), nunca ha dejado de emitir, de reivindicar ataques, de incitar a cometer atentados.
Sus revistas en línea, en varios idiomas, siguen disponibles. Incitan a los partidarios del califato, dondequiera que estén, a pasar a la acción y multiplican consejos y modos de empleo mortales.
En 2015, Charlie Winter redactó, para el grupo de reflexión británico Quilliam, un informe titulado "el califato virtual" y analizaba la estrategia de propaganda del EI.
"Es evidente que su presencia ideológica, su existencia como idea será más importante en los próximos meses y años", dijo a la AFP. "El grupo intenta convencer de que la idea del califato es más importante que su presencia física".
"No es una elección binaria, en la red o fuera de la red", añade. "Siempre será un híbrido de los dos, lo real y lo virtual. En los próximos meses y años nos las tendremos que ver con un EI debilitado pero que controlará todavía puntos territoriales, sobre todo en Siria. Y habrá también una insurrección clandestina en Irak".
Bajo la presión de los poderes públicos, los suministradores de servicio y grandes compañías de internet adoptaron medidas para intentar impedir que el EI use la red como instrumento de propaganda y organización.
"Pero pese a la intensificación de la vigilancia de las autoridades y de las redes sociales, el EI da muestras de una gran resiliencia" siendo flexible y adaptándose a la supresión de contenidos en la red, estiman los investigadores franceses Laurence Bindner y Raphael Gluck. "Logra así mantener una diseminación suficiente para alcanzar su vivero de simpatizantes y reclutar más allá" de ellos. La propaganda en la red del EI será "muy difícil de combatir", advierte Charlie Winter.
"Censurar internet no funcionará", sostiene. "Las autoridades se centran en la parte errónea de internet (aquella a la que todo el mundo puede acceder) y es un problema (...) Los yihadistas se esconden en la web profunda, utilizan mensajes cifrados y siempre habrá refugios para los terroristas en internet, digan lo que digan los políticos".