Desde el lunes este movimiento tiene paralizado varios puntos importantísimos de esta ciudad, su finalidad es que se declare el estado de emergencia climático
Trepan a los metros, se pegan con goma a los edificios, bloquean los puentes... Desde el lunes, varios miles de manifestantes del movimiento Extinction Rebellion perturban el día a día de Londres, donde son detenidos por cientos.
Reconocibles por sus banderas que representan un reloj de arena en un círculo, para mostrar la urgencia para salvar el planeta, estos activistas temen la extinción de las especies y quieren "paralizar" Londres hasta que el gobierno británico acepte reunirse con ellos.
Sus reivindicaciones son: que el gobierno "diga la verdad" sobre el estado de emergencia climática, la elaboración de un plan de acciones para reducir a cero las emisiones netas de efecto invernadero de aquí a 2025 y la creación de "asambleas ciudadanas" que, con la ayuda de científicos, se pronunciarían sobre cuestiones climáticas.
Citan a menudo a Gandhi o Martin Luther King, y promueven la desobediencia civil organizando acciones radicales pero sin violencia.
El jueves por la mañana, la policía anunció sin embargo que se habían efectuado 428 detenciones en Londres desde el lunes.
Desnudos en el Parlamento
Al parecer ese era el objetivo. "La gente se pregunta por qué tanta gente es detenida y les demuestra que hay algo que no funciona", ya que hay personas tan "aterradas por sus hijos" que incluso "infringen la ley", explica a la AFP Stuart Basden, originario del noroeste de Inglaterra y uno de los pioneros del movimiento.
Basden, de 36 años, exprogramador web que ya pasó "una semana en la cárcel", organiza sesiones para "preparar mentalmente" a los manifestantes ante un posible arresto. Les explica "cómo es la comida en la cárcel, con qué frecuencia podrán ver a otros prisioneros", y sobre todo que tengan presente que "decidieron" arriesgarse a ser detenidos.
Y funciona. "Estoy dispuesta a ser detenida por el bien de mis hijos", afirma a la AFP Manda Brookman, de 53 años, procedente de Cornualles, en el suroeste, mientras bloquea esta semana el puente de Waterloo. A su lado, Oliver Paines coincide con ella. Esta granjero de 68 años formaba parte del grupo de activistas que se desnudaron en pleno Parlamento el 1 de abril para llamar la atención de los diputados sobre la crisis ecológica.
Iniciado en 2018, Extinction Rebellion lanzó su rebelión contra el gobierno británico el 31 de octubre, en un acto en Parliament Square.
Insurrección
En noviembre, el movimiento organizó su primera gran acción bloqueando puentes en el centro de la capital británica. Actualmente afirma estar presente en 49 países y haber convencido a los jóvenes, muchos de los cuales se manifiestan esta semana en Londres.
En su página web británica, dice que recibe "pequeñas donaciones" de particulares y "montos más importantes" de la parte de organizaciones como Guerilla Foundation, con sede en Berlín, que dijo a la AFP haber ofrecido 18.000 euros para su lanzamiento.
Rápidamente, Extinction Rebellion ha seducido a un centenar de personalidades, como el lingüista Noam Chomsky, la altermundialista canadiense Naomi Klein o la autora ecologista india Vandana Shiva, quienes hicieron llamados para que la gente se una a ellos.
Es lo que hizo la abogada Farhana Yamin, especializada en casos medioambientales en Londres y detenida el martes tras haber pegado su mano con cola en el suelo delante de la sede del gigante petrolero Royal Dutch Shell.
"Pasé los últimos 25 años escribiendo informes, dictámenes legales (...) pensaba que con el derecho podríamos combatir el cambio climático", explicó esta mujer de 54 años a la prensa en febrero. "Pero nuestro sistema ya no se basa en la razón, ni en la ciencia o la gente, por eso me sumé a la rebelión".
Una insurrección ¿durante cuánto tiempo? Si Londres es la ciudad más afectada, Extinction Rebellion ha prometido perturbar 80 ciudades de 33 países para su "rebelión internacional", prevista hasta el 29 de abril, según su web.