Deforestación, el desafío ambiental del país | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 21 de Febrero de 2018
Agencia Anadolu

El control de la deforestación, el ordenamiento territorial, los eventos extremos del clima y el tráfico ilegal de especies son los principales retos para Colombia en materia ambiental.

Así lo afirmó el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, al cierre de un balance de gestión del sector ambiental de los últimos ocho años de gobierno. El funcionario resaltó los avances ambientales, aunque reconoció que hay “enormes desafíos”.

Deforestación

En Colombia, más del 53 por ciento del territorio está cubierto por bosques. Sin embargo, hay factores que motivan la deforestación y representan una gran amenaza para el país.

Según el último reporte consolidado del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en el 2016 la deforestación en el país creció 44%. El país andino perdió 178.597 hectáreas de bosque. El 39 por ciento está en la Amazonía.

Los principales motivos son el acaparamiento de tierras para titulación y actividades agrícolas, la extracción ilícita de minerales, los cultivos ilícitos y el tráfico ilegal de especies.

Murillo señaló que dada la trayectoria histórica del país andino, que logró bajar la tasa anual de deforestaciones, el Gobierno se planteó un escenario “optimista” para el periodo de transición hacia la paz y esperaba mantener la tendencia. Sin embargo, no se logró.

Y aunque en la actualidad Colombia atraviesa un proceso 'normal' de los países en posconflicto, que es el aumento de la deforestación, el Gobierno tiene buenas perspectivas: “Creemos que es un pico temporal, que tan pronto se estabilicen las nuevas condiciones en las regiones, va a empezar a disminuir sustancialmente”, expresó Murillo.

En el año 2001 la tasa anual de deforestación fue de 315.000 hectáreas; y en 2013, el punto más bajo de la última década, fue de 120.000 hectáreas. Los principales aumentos se han dado en 2010 y 2016.

En 2010 la deforestación fue de 282 mil hectáreas (has), coincidiendo con las áreas de incidencia del conflicto armado, como Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo, así como con las zonas de frontera agrícola como Antioquia, Chocó y parte del litoral pacífico del Valle del Cauca y Nariño.

En 2016 este comportamiento se dio por la apropiación de tierras para titulación, en el marco del acuerdo de paz y actividades criminales. “Hay gente que quema bosques, siembra pastos, con la expectativa de que puedan titular”, afirmó Murillo.

Los demás retos

Otro enorme desafío que tiene el país tiene que ver con el ordenamiento territorial, tanto de los ecosistemas como de los centros urbanos.

El Ministro resaltó que el país pasó de 13 millones de hectáreas de áreas protegidas en 2010 a cerca de 30 millones hoy, pero aclaró que también es necesario un ordenamiento en ciudades, áreas y regiones metropolitanas, “que ejercen enormes presiones sobre los recursos naturales”.

La gran amenaza de fenómenos climáticos extremos, que ya está viviendo el país, es otro frente para abordar. Luis Gilberto Murillo señaló que aunque hoy Colombia cuenta con “una política y unas metas de cambio climático”, el país debe hacer un “enorme esfuerzo en materia de mitigación y adaptación”.

Por último, y en ascenso, el país andino debe fortalecer la lucha contra el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre.

Colombia tiene 18 especies en el libro rojo y más de 1.200 en otras categorías de amenaza.

El titular de la cartera ambiental alertó que ese comportamiento responde a que “hay un mercado global de especies exóticas que está llegando con sus tentáculos en Colombia”, y también se debe a prácticas culturales al interior del país que se deben erradicar.

“Nos toca trabajar en los dos frentes, pero lo que más nos preocupa es el hecho de que ya las redes globales estén en el país para hacer una especie de piratería de nuestros bancos genéticos”, confirmó.

Según informó el funcionario, la Policía y la Fiscalía trabajan conjuntamente con la Interpol para prevenir este delito. En 2017, un total de 24.864 especímenes de fauna y 264.423 de flora fueron incautados de las redes de traficantes. Además, se realizaron 5.900 capturas por delitos ambientales.

El tráfico ilegal de especies es el negocio ilegal más grande del mundo, después de las drogas y las armas.