Si en diciembre de este año se concreta la compra de Carrefour, Wal-Mart, la mayor cadena de comercio minorista del mundo, llegaría al país a partir de enero de 2013. Así lo manifestó a EL NUEVO SIGLO el ex gerente de la empresa y ahora consultor de los proveedores Alberto Jaimes Trujillo durante el Congreso Nacional de Fenalco en Armenia.
El consultor de Wal-Mart explicó que no deben existir "temores ni pensamientos preestablecidos" por la llegada de la compañía al país, teniendo en cuenta que el tema aún está en discusión.
"Creo que si las cosas siguen como están, Carrefour estaría vendiendo a final de este año, lo que significaría que Wal-Mart estaría llegando muy temprano en 2013", comentó, al tiempo que calculó que comenzarían a operar con las tiendas que ya tiene Carrefour en el país.
"Si ese es el modelo de entrada, se empezaría con ese, pero por ejemplo en México están abriendo 22 tiendas por año. Creo que en los primeros tres años haya una buena apertura de tiendas y después habrán hasta seis por año", añadió.
Uno de los motivos para ingresar al país es que a "Carrefour no le está yendo muy bien en Europa por la crisis y su operación del lejano Oriente no es una opción de venta. Me parece que dentro de América, para Carrefour Colombia representa la joya de la corona de su operación más rentable y les está costando trabajo llegar a un acuerdo".
En cuanto a las ofertas que trae la compañía, explicó Jaimes Trujillo, "harán que los comerciantes disminuyan sus márgenes de comercialización y eso, en consecuencia, hace que disminuyan los precios".
Para el mantenimiento de los precios bajos, el ejecutivo precisó que hay todo un mecanismo ya establecido, sobre todo con la participación los fabricantes y los proveedores; además, "Wal-Mart tiene un esquema de precios y la idea es que el consumidor no se vea tentado a tener inventarios en el hogar. Eso es lo que logra que tengan un distintivo".
Uno de los temas más criticados en algunos países ha sido la calidad de los productos, a lo que aclaró que están trabajando en ello, pues antes "se tenía la idea de trabajar precios bajos incluyendo, a veces, que el producto tuviera una calidad dudosa, pero hoy en día es muy difícil encontrar productos de poca duración o de inferior calidad".
Para evitar que el ingreso al país se convierta en una competencia desleal, Jaimes Trujillo anotó que los almacenes que no son Wal-Mart tienen que hacer una revisión minuciosa de sus costos de operación "y ver cuáles son las áreas de oportunidad, trabajar en ellas. Desde el centro de distribución del acopio de la compañía en la entrega de tiendas una cantidad de tareas con ineficiencias que deben eliminarse".
En lo referente a la articulación del trabajo con los empresarios colombianos, manifestó que primero tiene que haber un diálogo y la disposición de entrar en conversaciones para no encontrar resistencia al negocio.
Puso como ejemplo lo sucedido en México, en donde "el hallazgo más importante fue ese, el del romper con los paradigmas, pero no tendríamos por qué no probarlo. Si funciona, mantenerlo, y si no funciona, desecharlo, porque lo que Wal-Mart ha hecho en el mundo es retar a los empresarios y fabricantes a que lleven los productos manteniéndolos con un margen de ganancia con precios más bajos".
Anotó que es lógico que haya cierta sensibilidad a una amenaza puesto que en Hawai, cuando llegó Wal-Mart, "se perdió el 30% de los clientes y los almacenes empezaron la competencia de precios bajos, perdieron también el margen y tuvieron que hacer ventas articuladas, rifas o algo que divirtiera para que con ello abandonaran la idea de pagar precios bajos. Con esto estuvieron dispuestos a pagar un costo un poco superior al 10 o 12%".