Washington sufrió una nueva conmoción debido a que los legisladores republicanos se encaminarían a rechazar un acuerdo en el Senado sobre una rebaja de impuestos abriendo un nuevo frente contra el presidente Barack Obama.
El Senado aprobó extender los beneficios de desempleo y un recorte fiscal durante dos meses el sábado, pero las bases republicanas de la Cámara de Representantes se rebelaron y se espera que rechacen el plan.
Este tipo de escenario colocaría a 160 millones de estadounidenses en peligro de una nueva alza impositiva el 1 de enero, y abre una nueva brecha entre los republicanos y el gobierno.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo que rechazaría el acuerdo bipartidista debido a que sólo prolongaría los recortes fiscales durante dos meses y provocaría incertidumbre entre los propietarios de comercios.
El líder de la cámara baja afirmó que esperaba que ésta rechace el acuerdo este lunes y que vote en cambio para negociar uno nuevo con el Senado.
"Esta es una votación sobre si el Congreso se quedará a hacer su trabajo o se irá de vacaciones", aseguró Boehner.
Obama había pedido originalmente una extensión de las rebajas impositivas que se extendiera todo el año pero accedió a que esta se limitara a dos meses para los trabajadores ya que los demócratas en el Senado no lograron un acuerdo con los republicanos sobre cómo pagar el recorte fiscal.
La Casa Blanca estaba lista para iniciar una nueva batalla política a comienzos de 2012 sobre un asunto que cree que colocará a los republicanos en una difícil posición política.
El acuerdo también impulsó de vuelta al centro de la agenda política el polémico oleoducto de Keystone XL, que busca transportar crudo desde Canadá hasta las costas del Golfo de México./AFP