Ya pareciera que fuera habitual presenciar casos de feminicidio en Colombia, situación que no solamente alarma a los entes competentes, sino a las directa y principalmente implicadas, las mujeres. En los últimos días se han registrado diversas muertes, ocurridas en casos aislados, lo que suma las estadísticas de Medicina Legal, ya que en lo que va corrido del año, más de 200 mujeres han sido asesinadas en Colombia, siendo según dicha entidad, las armas de fuego las más utilizadas para cometer este tipo de delitos.
Y es que en las estadísticas que aumentan cada vez más, según Medicina Legal se han registrado 1.321 casos de violencia sexual, siendo reportados en el país 6.219 casos por algún tipo de amenazas, de las cuales 1.658 son catalogadas como críticas, de acuerdo a registros revelados por la Defensoría del Pueblo, que además destaca un 50% de amenazas que provienen de compañeros sentimentales, 30% de ex parejas y el 10% de esposos y novios.
También midiendo esta preocupante situación en cifras, EL NUEVO SIGLO conoció de parte de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, que en 2016 se presentaron 43.083 casos de violencia en pareja y 902 feminicidios, según datos suministrados a dicha entidad por Medicina Legal.
Por otra parte, la Fiscalía General recibió un registro del Instituto Nacional de Medicina Legal en el que se identifica que también en los últimos 3 años más de 3 mil mujeres fueron asesinadas. Asimismo, la Fiscalía tiene un registro de otros 139 casos que fueron identificados por las autoridades como claros intentos de feminicidio.
Pero ¿por qué a pesar de que se endurecieron las penas, se siguen presentando casos en el país?, según aseguró a EL NUEVO SIGLO el exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia Sala Penal, Hugo Quintero Bernate, “con el feminicidio como con otros tipos penales lo que pasa es que el país tiene un problema que se llama el fetichismo legal, entonces creemos que los problemas que tienen un origen social, un origen educativo, incluso moral en algunos casos, todo se resuelve con la Ley, endureciendo las penas o quitando beneficios o alguna cosa, y resulta que eso deja por fuera el verdadero origen del problema, es como si uno padeciera cáncer y en vez de quitarse el tumor, lo que hacemos es tomar aspirinas, es más o menos la misma situación”.
"El feminicidio más que un problema penal es un problema social muy grave que se afinca primero en el machismo y en la falta de educación sentimental"
Falta de educación sentimental
“El feminicidio más que un problema penal es un problema social y cultural muy grave que se afinca primero que todo en el machismo y segundo en la falta de educación sentimental, porque los varones no saben amar, confunden el amor con la propiedad y de ahí es que vienen todos los grandes problemas de los feminicidios, es una forma equivocada del amor cuando el otro no es sujeto de amor sino objeto de amor, de hecho hay una sentencia de la Corte que analizó ese tema de manera muy general sobre ese sentido, entonces si no ponen atención en la educación no solo de los hombres, sino de las propias mujeres porque ese tipo de personas que tienen esas conductas las tienen desde novios, entonces la mujer no se aleja porque confía muy femeninamente en que lo puede cambiar cuando no es así y él en cambio por su parte sí termina siendo un homicida”, añadió Quintero.
Finalmente, el abogado penalista concluyó que “se pueden subir las penas a 100 años de cárcel y de todas maneras hay tipos que están dispuestos a matar en nombre del amor. Un gran problema de los medios y de la Policía es que dicen que cada caso es un caso de intolerancia y eso no es intolerancia, es un caso general y hay que tratarlo de feminicidio porque ese tipo de personas tiene un problema de sociopatía algunos casi de psicopatía y eso hay que tratarlo desde el principio. Tienen 60 años de prisión, sumado a la expectativa de vida de una persona es casi una cadena perpetua, pero es más un problema de educación”.