Dificultades en la movilidad causaron las protestas de los taxistas en Bogotá y otras ciudades, en contra del servicio que presta la plataforma Uber y para “reclamar del Gobierno soluciones a nuestros reclamos”.
Los amarillitos, como los llaman los usuarios, se concentraron en diferentes sectores de la capital del país, desde donde emprendieron camino hacia diferentes dependencias oficiales, para concentrarse en la sede del Ministerio del Transporte, en el sector del CAN.
El lento andar de los taxis traumatizó el desplazamiento de los bogotanos a sus lugares de trabajo y retardó servicios como el de los buses duales de Transmilenio que transitan por la carrera Séptima.
La protesta fue autorizada por la administración Distrital, según dijo Gloria Flórez, secretaria de Gobierno, quien indicó que los conductores estaban en la obligación de garantizar el derecho de los ciudadanos a la libre movilidad.
Fredy Contreras, presidente de la Confederación Colombiana de Transporte Público, justificó la protesta de taxistas en Bogotá y otras regiones del país, señalando que “llevamos un año en lo mismo y no nos han cumplido”, refiriéndose a supuestos compromisos del Gobierno y al indicar que seguirán en “asamblea permanente” siempre y cuando Uber siga operando en el país.
Respecto a por qué no dejan que opere otro sistema, teniendo en cuenta que en Bogotá, por ejemplo, es difícil coger un taxi, Contreras dijo que “ustedes siempre hablan de lo mismo, siempre preguntan lo mismo. Ya todos los usuarios, los taxistas, conocen que hay un problema. Pero también que se está mejorando, que el taxista se está capacitando, que cuando estos señores de camionetas blancas compraron eso era para un servicio especial y cuando lo compraron sabían que iban a piratear”.
Y agregó que “la única diferencia entre un conductor (de Uber) y un taxista es la corbata. Aquí al que hizo la trampa hay que premiarlo”.
Contreras señaló que se contemplan marchas y plantones, al tiempo que instó a que si los taxistas se sienten cómodos con su trabajo no participen en el cese de actividades.
Edison Lemus, otro líder de los taxistas en Bogotá dijo que el plan tortuga es para lograr ser escuchados como gremio ante el Gobierno nacional, ya que a pesar de que han presentado diversas propuestas, el Estado no ha querido aceptarlas.
Hugo Ospina, también vocero de un gremio de taxistas, aseguró que “no bloqueamos vías y tampoco buscamos confrontaciones con la Policía, solo queríamos ser escuchados”.
En Cartagena, por su parte, la protesta de los taxistas, degeneró en que los conductores que participaban de la misma, optaron por bajar de los vehículos que no se sumaron, a los pasajeros.
La falta de transporte público en la ciudad fue notoria, por lo que en muchos trabajos dieron el día libre o activaran las jornadas laborales desde la una de la tarde.
La jornada en Cali en la que intervinieron no menos de 10 mil conductores, comenzó a las nueve de la mañana con una caravana que recorrió la ciudad, partiendo desde el parque de las Banderas, al sur, tomando la calle Quinta, la carrera Quince, la calle 16 hasta la avenida Segunda norte. Por esa vía buscó la avenida sexta y concluyó en la calle 52 en el sector de las Vallas al norte de la capital del Valle.