Su majestad don Fernando Primero de Italia | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Viernes, 19 de Mayo de 2017

Por si quedaba alguna mínima duda de quién es el nuevo rey del embalaje, ayer Fernando Gaviria se encargó de disiparla con su espectacular demostración al término de la jornada 13 del Giro de Italia, en Tortona.

Gaviria (Quick-Step) confirmó su dominio absoluto al sumar su cuarta victoria, esta vez gracias a su potencia y viveza, cuando ya sus rivales se aprestaban a festejar.

El holandés Tom Dumoulin (Sunweb) mantuvo el liderato de la clasificación general en la víspera de una llegada en alto, en el santuario de Oropa y Nairo Quintana se mantuvo segundo y a la espera de tomar la bandera del protagonismo hoy.

Gaviria se impuso claramente en un sprint algo agitado, donde no comenzó bien pero pudo ir remontando posiciones hasta imponerse a sus rivales. El irlandés Sam Bennett fue segundo, por delante del belga Jasper Stuyen, tercero, al término de los 167 kilómetros de una etapa que se presentaba favorable para una llegada en grupo, como finalmente ocurrió.

A sus 22 años, el joven prodigio colombiano continúa asombrando al pelotón internacional, en la primera vez que disputa una de las grandes rondas por etapas.

Se ha convertido ya en el colombiano que cuenta con más victorias de etapa en el Giro, tras sus éxitos en Cagliari (3ª etapa), Mesina (5ª etapa) y Reggio Emilia (12ª etapa).

“Ha sido una remontada”, celebró Gaviria, que reforzó su liderato en la clasificación por puntos. “Este sprint fue difícil, pero he podido ganar una vez más”, respiró aliviado poco después de cruzar la meta.

El británico Mark Cavendish, referencia del sprint, ya alabó a Gaviria, incluso antes de esta cuarta victoria de etapa: “Gracias a Dios, no correrá el Tour de Francia este año. Habría puesto las cosas muy difíciles”.

“Quiero convertirme en un corredor de clásicas”, explicó el nuevo fenómeno del sprint, formado en el ciclismo en pista (dos veces campeón mundial de ómnium).

Bien preparado

“Ser el colombiano con más victorias no tiene un gran significado. Sobre todo representa que preparé bien el Giro”, afirmó Gaviria.

“Estaba mal situado en el sprint, lejos de la cabeza, no hice bien la última curva, pero nunca pensé que era imposible remontar. Lo único que tenía que hacer era intentarlo. Mi equipo ha hecho un gran trabajo durante toda la etapa”, apuntó.

Hoy le cederá el protagonismo al boyacense Nairo Quintana, en una fracción que culmina en alta montaña

Gaviria habló también de su decepción de los Juegos Olímpicos de Rio, donde se le escapó el oro e incluso el podio en el ómnium, una disciplina de ciclismo en pista donde fue campeón mundial en 2015 y 2016.

“Me harían falta tres monumentos (grandes clásicas) para compensar los Juegos Olímpicos”, afirmó el colombiano en Tortona.

“Y también un campeonato del mundo”, añadió Gaviria tras un momento de reflexión.

En el país ha habido pedalistas todo terreno, como Martín Emilio Cochise Rodríguez, Fabio Parra o Rafael Antonio Niño, por solo mencionar tres, pero un velocista de la talla de Gaviria no.

Nacido en un pueblo de Antioquia en donde el fuerte es la montaña, su incursión en la pista lo formó y a ello le ha sumado dedicación, trabajo, disciplina y muchas ganas. Hoy ya no queda duda de que es su majestad don Fernando Primero porque estos cuatro triunfos en el Giro no serán los únicos, sino que vendrá más en la Vuelta a España y más adelante en el Tour de Francia.

No cabe duda, Gaviria es un superdotado, un monstruo que día a día evoluciona, aunque hay que tener en cuenta que sus rivales deben estar pensando en cómo derrotarlo. 

Gaviria no ha ganado todavía ningún 'monumento' (Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja, Tour de Lombardía). El año pasado, en su primera temporada al más alto nivel, estaba con opciones de ganar en San Remo, pero se cayó en la recta final.

Para Colombia, este triunfo de etapa es el número 26 de su historia en el Giro, lo que le deja en solitario como séptimo país con más triunfos parciales en esta ronda, dejando atrás la igualdad a 25 que tenía desde el jueves con Holanda.

En esta etapa llana, el ruso Pavel Butt, el italiano Vincenzo Albanese -el benjamín del Giro- y el esloveno Matej Mohoric protagonizaron una escapada de unos 145 kilómetros, pero el pelotón pudo ir recortando la desventaja y finalmente darles caza.

En la clasificación general no hubo grandes cambios, con Dumoulin manteniendo la 'maglia rosa', mientras que el colombiano Nairo Quintana es segundo, a 2 minutos y 23 segundos, a la espera de que la montaña le sea más propicia. Tercero, a 2 minutos y 38 segundos, es el holandés Bauke Mollema.

“Había que tener cuidado en ciertos momentos, por el viento. Había motivos para estar nervioso, pero estuvo bien protegido por el equipo”, explicó Dumoulin.

Quintana entró también con el pelotón, a la espera de la montaña, el terreno donde es más fuerte.

Hoy, la carrera llegará al santuario de Oropa. La etapa es corta (131 kilómetros) pero terminará con una subida de 11,8 kilómetros con un desnivel medio del 6,2%, en la que el fallecido Marco Pantani brilló en una recordada ascensión en 1999, en la que se rehizo después de haberse visto retrasado por un problema con la cadena.