La calificadora Standard and Poor's (S&P) acercó este jueves a la deuda soberana de Brasil al terreno especulativo al volver a rebajar su calificación a BB-.
S&P dijo que a pesar de "varios avances políticos" del gobierno del presidente Michel Temer, "Brasil hizo menos progresos de lo esperado para aplicar una legislación significativa dirigida a corregir su déficit fiscal estructural".
La calificación BB- es el escalón precedente a la categoría considerada como "muy especulativa".
S&P advirtió que a los problemas económicos estructurales del país, se suma la incertidumbre que genera la elección presidencial de octubre.
La agencia mantuvo la deuda brasileña de corto plazo en la categoría B.
S&P indicó que que la posibilidad de que la calificación de Brasil mejore o empeore el año próximo es de "menos de uno en tres".
Para la calificadora eso refleja que Brasil tiene fortalezas comparativas externas y monetarias que pueden mitigar sus significativas debilidades fiscales. Pero añade que tambien su economía tiene perspectivas de crecimiento "menores a las de sus pares" y "se ha debilitado" la capacidad política del gobierno.
Además, S&P advirtió sobre la "falta de apoyo" de los políticos brasileños a medidas fiscales más enérgicas. Se mostró pesimista también en cuanto a que el gobierno que sea electo este año tenga "significativo capital político" como para aprobar reformas.
"Mientras que la economía se ha estabilizado, vemos un lento crecimiento y debilidades fiscales como importantes limitaciones", dijo la S&P.
Un informe de la Cepal, estimó que Brasil crecerá 2% este año. Si bien en esa tasa no es espectacular, es, por lejos, mucho mejor del crecimiento de 0,2% estimado para 2017 luego de haber sufrido la peor recesión de su historia.
Las propias proyecciones del gobierno son algo más optimistas: espera haber crecido 1,1% en 2017 y proyecta 3% para 2018.
Temer es un presidente impopular y el panorama político para las elecciones de octubre se vislumbra como muy complejo.
Los principales aspirantes a suceder a Temer hasta ahora son el expresidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y el ultraderechista Jair Bolsonaro. Ninguno de los dos goza de la preferencia de los inversores.