El presidente, Juan Manuel Santos, guarda silencio sobre las crecientes versiones de contactos con las Farc para establecer un diálogo de paz, que es alentado por buena parte del espectro político salvo por su antecesor y feroz crítico, Álvaro Uribe.
Los principales medios de comunicación colombianos dan por hecha la existencia de conversaciones secretas en La Habana entre emisarios del gobierno y delegados del principal grupo guerrillero colombiano para sentar las bases de un eventual proceso de paz, posiblemente en Oslo en octubre, con el auspicio de Cuba y Venezuela.
Santos, que nunca ha cerrado la puerta a un diálogo con los insurgentes, confirmará las conversaciones próximamente, aseguran los medios.
"Si se confirman los contactos soy optimista. Creo que tanto el gobierno como las FARC han entendido que seguir con la guerra no tiene sentido", dijo a la AFP Daniel García-Peña, comisionado de paz entre 1995 y 1998 del gobierno de Ernesto Samper.
"La guerrilla hace rato que sabe que no tomará el poder por la vía armada y que convertirse en fuerza política sólo puede ser en un escenario postconflicto. Y el gobierno de Santos entiende que superar el conflicto es central para una exitosa inserción de Colombia en el mundo de las democracias consolidadas", argumentó García-Peña.
La posibilidad de que por primera vez en una década se inicien negociaciones de paz irrumpió en el debate público la semana pasada cuando el expresidente Uribe (2002-2010) aseguró que los contactos existen e identificó a algunos de sus protagonistas.
Uribe y los políticos afines a él defienden que no es el momento del diálogo, sino de intensificar el combate a las Farc.
En los últimos años, la guerrilla ha perdido control territorial y ha visto caer a sus máximos líderes, 'Mono Jojoy' y 'Alfonso Cano', pero sigue muy activa en determinadas zonas de Colombia con una nueva estrategia de ataques con explosivos que también causa estragos entre la población civil.
En el Partido de la U (oficialista) se han escuchado voces a favor y en contra de los acercamientos mientras que los líderes del Partido Liberal y del izquierdista Polo Democrático Alternativo dieron su respaldo al presidente si decide buscar una salida negociada a un conflicto armado de casi medio siglo.
También manifestó su apoyo al diálogo la ex senadora liberal Piedad Córdoba, facilitadora de la liberación unilateral de secuestrados por parte de las Farc.
Este lunes, el fiscal general, Eduardo Montealegre, declaró que Colombia "debe avanzar hacia un proceso de paz".
"La salida al conflicto colombiano no está por la vía de las armas. La superación de este conflicto de tantas décadas es a través de un proceso de paz. La paz es un deber y un derecho constitucional", afirmó Montealegre a la emisora W Radio.
El funcionario recordó que Santos cuenta desde junio con un marco jurídico para la paz que le otorga "unos instrumentos enormes para sentarse a negociar".
Esa reforma fue aprobada después de que en meses anteriores las FARC expresaran su voluntad de iniciar un diálogo directo con Santos y dejaran en libertad a los últimos diez uniformados que mantenían cautivos, además de anunciar su renuncia al secuestro de civiles.
Las versiones de Uribe y de medios nacionales señalan al periodista Enrique Santos, hermano del presidente, como uno de los participantes en los contactos junto al asistente de seguridad, Sergio Jaramillo, y ex generales del Ejército.
El vocero de las FARC sería el cabecilla Jaime Alberto Parra, alias "Mauricio Jaramillo" o "El Médico", aunque también se señala al llamado 'canciller' de la guerrilla, Rodrigo Granda.
El exvicepresidente del gobierno Uribe, Francisco Santos, sostuvo este lunes en el programa que dirige en RCN Radio que Hugo Chávez ha sido uno de los impulsores de los contactos desde la reanudación de las relaciones diplomáticas con Bogotá en 2010.
Puntos sensibles como la desmovilización, el cese de hostilidades y la entrega de armas estarían contemplados en la agenda de negociaciones, que se instalarían en octubre en Oslo (Noruega) y después se desarrollarían en La Habana, siempre de acuerdo con Francisco Santos, que también mantiene una postura crítica con el gobierno de su primo Juan Manuel.
En Colombia han actuado diversos grupos guerrilleros de izquierda desde los años 1960. La última negociación de paz que concluyó en una desmovilización fue la del Movimiento 19 de Abril (M-19) en 1990, mientras que el último proceso con las FARC se desarrolló por casi cuatro años hasta su ruptura en febrero de 2002.