Los vehículos que tienen el carácter de especiales, llamados erróneamente “taxis blancos”, están avalados para ofrecer otro tipo de atención a los usuarios diferente al de transporte individual de pasajeros, precisó la directora de Transporte de la Secretaría de Movilidad, Martha Coronado.
“Estos vehículos de transporte especial están autorizados para otro tipo de servicios”, anotó, comentando que los impulsores de la aplicación Uber se han “reunido con el Ministerio de Transporte, que es la autoridad, y la Superintendencia de Puertos y están revisando el tema”.
El viceministro de Transporte, Nicolás Estupiñán, explicó que la aplicación para solicitar el servicio puede ser legal, pero el servicio de transporte que se pretende prestar con los vehículos blancos no es legal, ya que está reglamentado por el Decreto 174/01 y no puede ser prestado como taxi. Además el Decreto 172/01 ratifica a través del superintendente, que los operativos contra esta marca seguirán, por hacer cambio de función: de especial a taxi, lo cual no está permitido hoy por la legislación colombiana.
Uber llegó a Bogotá en septiembre. La modalidad, aplicada en 35 países, implica como con sus competidoras (que sí utilizan los vehículos autorizados para prestar el servicio de taxi) descargar la aplicación, registrarse y solicitar el transporte, cuyo valor final se le carga a la tarjeta de crédito del usuario.
Según voceros de Uber, para contratar a los conductores se verifica su pasado judicial, les miden sus conocimientos sobre la ciudad y se les capacita en el uso de la aplicación. El servicio es un 30 por ciento más costoso que el de los taxis y sólo el 20 por ciento de lo recaudado en las carreras es destinado a pagar el uso de la aplicación.
Como ya lo publicó EL NUEVO SIGLO, la Policía seguirá haciendo retenes para bajar a los usuarios de Uber de los carros e inmovilizarlos de inmediato.