El presidente, Juan Manuel Santos enfrentará en su lucha por la reelección a tres candidatos de derecha, una de izquierda y otro de centro, en una contienda volcada hacia el proceso de paz con las Farc.

Este viernes concluía el plazo para inscribir las candidaturas presidenciales, aunque el abanico ya quedó prácticamente definido.

Salvo una sorpresa, Santos -que aseguró una mayoría relativa en el Congreso en las legislativas del pasado domingo- competirá con otros cinco aspirantes de diversas tendencias, que apoyan o critican abiertamente el esfuerzo del gobierno por firmar la paz, al tiempo que buscan capitalizar los puntos débiles de su gestión.

Santos cosecha sobre todo críticas en la lucha contra la corrupción, el manejo de las protestas en el campo por el modelo de libre mercado y la persistente desigualdad en un país que bajo su gobierno ha crecido a un promedio del 4,7%.

El presidente, un economista de centroderecha de 62 años, miembro de una de las familias más poderosas del país, parte como favorito en la carrera hacia las presidenciales del 25 de mayo, aunque según encuestas está odavía lejos de captar un apoyo suficiente para evitar una segunda vuelta.

Una reciente medición de Ipsos Napoléon Franco ubica a Santos al frente de las preferencias con el 28%, y con una diferencia de al menos 20 puntos sobre los demás aspirantes. El voto en blanco registra un 24% de intención. Para vencer en el primer turno un candidato requiere el 50% más uno de los votos.

"Parte de mi campaña es esa: pedirles a los colombianos que me permitan terminar la tarea", dijo Santos en una entrevista publicada este viernes.

Santos resumió en esos términos su principal oferta: concluir el proceso de paz que inició en noviembre de 2012 con las Farc, la guerrilla que ayudó a combatir sin tregua como ministro de Defensa de Álvaro Uribe, el popular expresidente que paradójicamente se convirtió en su opositor más acérrimo.

Impedido por la ley para buscar un nuevo mandato, Uribe se distanció de su exministro debido a la traición que, según él, cometió al extenderle la mano a los rebeldes, y alienta la candidatura del también exministro Óscar Iván Zuluaga (55 años), con quien comparte la bandera de la "no impunidad" en el proceso de paz con las FARC que se cumple en Cuba.

"Este proceso es el protagonista por más que los candidatos quieran desmarcarse. Pero a pesar de que es el epicentro de la discusión, tiene serios riesgos porque la gente no quiere la paz a cualquier precio", dijo a la AFP Marcela Prieto, directora del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga.

Los otros obstáculos de Santos

Además de Zuluaga, el presidente enfrentará a la exalcaldesa izquierdista Clara López (62 años), la exministra conservadora Marta Lucía Ramírez (58), el exalcalde de centro Enrique Peñalosa (59) y a José Antonio Rocha, un político prácticamente desconocido.

Tanto el candidato de Uribe como Ramírez despuntan como los más críticos de las conversaciones con las FARC, y de la supuesta intención del gobierno de dejar en la impunidad los crímenes de los rebeldes.

"Volvió la inseguridad a las ciudades y al campo, producto de las secretas negociaciones que, de espaldas al país, se realizan en La Habana. Este gobierno cambió el diálogo con los ciudadanos por el diálogo con los cabecillas del terrorismo", señaló Zuluaga en pasados días.

De su lado, Peñalosa es visto como la posible sorpresa de la contienda tras imponerse el domingo con una alta votación en las primarias de su partido Verde.

"Aquí lo que hay es una gran competencia entre un candidato presidente, que tiene toda la maquinaria de los políticos profesionales, y un gran movimiento ciudadano que encabezo", afirmó Peñalosa, quien aguardaba un trámite electoral para inscribir su campaña.

"Santos no tiene asegurada su reelección en primera vuelta. El tema de la paz ya no es monopolio del gobierno. Todos los candidatos de una u otra forma hablan de ella, pero bajo condiciones que al final marcarán la diferencia", opinó Prieto.