Pese a las incógnitas difíciles de resolver sobre las consecuencias indirectas, en particular el eventual contagio a otros miembros de la unión monetaria, los expertos estiman que una salida de Grecia del euro costaría entre 150.000 y 350.000 millones de euros para los contribuyentes europeos.
Sin embargo, aunque muchos piensan que los costos serán enormes, para los analistas de Barclays Capital "excederían ampliamente los beneficios" de una zona euro sin Grecia.
Asimismo, los analistas advierten de reacciones de pánico ante un potencial efecto dominó, sobre todo en España o Italia, y una pérdida de credibilidad en el proyecto europeo, aún en plena construcción.
Lo que parecía imposible de imaginarse un año atrás podría convertirse en realidad, y muchos expertos y dirigentes creen que una salida de Grecia, un país de 11 millones de habitantes que apenas representa el 2% del PIB europeo, es a estas alturas un escenario probable.
"El asunto es el miedo, el miedo a un potencial efecto contagio. Países como España, Portugal o Italia deberían prepararse para reacciones de pánico", indicó Diego Valiante, del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), basado en Bruselas.
Es que un "Grexit", como han bautizado los mercados a la salida de Grecia, abre una caja de Pandora de consecuencias insoslayables en Grecia, la Eurozona, el sector público y el privado, y los mercados podrían apostar por que otros países de la unión monetaria sigan ese ejemplo.
"Es un juego demasiado peligroso, demasiado impredecible", opinó Jan Techau, director del Centro de reflexión Carnegie Europe.
"Una vez que abres la caja no se sabe lo que te puedes encontrar, por eso es un escenario que todos quieren evitar".
Probablemente por ese miedo, en estos días, todos los dirigentes europeos, tanto en Alemania como en Bruselas o España, han reafirmado su compromiso e interés de que Grecia permanezca en el euro, en medio de una fuerte crisis política en ese país.
El escenario más apocalíptico sería una salida de Grecia en un contexto de recesión y sin ninguna intervención del Banco Central, dice Valiante en un informe de Eurointelligence.
Más desempleo y recesión, niveles de las primas de riesgo disparados en los mercados, falta de liquidez que a la postre podría culminar en "insolvencia", una retirada masiva de dinero, colapsando el sistema financiero, son algunas de las posibles consecuencias.
Una clara muestra de pánico ocurrió en Grecia el 14 de mayo, cuando particulares y empresas retiraron de sus cuentas más de 700 millones de euros, ante el temor de que el gobierno griego impusiera un "corralito" como sucedió en Argentina en 2001.
Sin embargo, varios dirigentes europeos han garantizado en estos días que Europa está blindada ante un riesgo de contagio, con la puesta en marcha de los Fondos de rescate europeos.
A lo que Sebastian Dullien, del Consejo de Relaciones Exteriores Europeo (ECFR), responde en un reciente análisis que ese es justamente un mito "peligroso" que hay que evitar.
"Todos sabemos que ni el FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) ni el MEDE (el mecanismo de rescate permanente) son suficientes para rescatar a un país como Italia", escribió.
"Incluso un paquete de rescate mayor del MEDE o del FEEF no resolvería el riesgo de contagio", aseguró.
Así lo advirtió el ministro de Economía español Luis de Guindos al pedir al Eurogrupo una "respuesta" a la crisis en Grecia ante la estrecha correlación entre las economías europeas. Una salida de Grecia "sería un fracaso" para nosotros, dijo. / AFP