La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que pese a que la economía de su país "siente" los efectos de la crisis internacional, el país mantiene la "estabilidad", con inflación bajo control, superávit fiscal primario y elevadas reservas monetarias.
"Brasil siente los efectos de la crisis internacional", pero "construimos nuestra estabilidad -inflación controlada, superávit fiscal y altas reservas-", dijo Rousseff a través de su cuenta en Twitter.
Por "décimo año consecutivo vamos a mantener la inflación por debajo de 6,5%", señaló.
Hasta octubre la inflación acumulada en 12 meses fue de 5,84%, por encima del centro de la meta de 4,5%, pero dentro del margen de tolerancia de hasta 6,5% para el año.
Brasil será además "uno de los pocos grandes países que presentará un superávit primario", indicó.
"Según proyecciones, apenas seis economías del G-20 (Arabia Saudita, Italia, Brasil, Turquía, Alemania y Corea del Sur) tendrán superávit primario en 2013", apuntó.
El gobierno ha sido cuestionado tras una reducción del superávit fiscal primario (ahorro del gasto público destinado a pagar interneses de la deuda), que alcanzó 44.965 millones de reales hasta setiembre o 1,28% del PIB (20.531 millones de dólares), contra 75.816 millones de reales en el mismo período del año anterior.
El compromiso del gobierno es cerrar el año con un superávit primario de 156.000 millones de reales.
"Tenemos reservas internacionales de 376.000 millones de dólares", destacó la mandataria.
Gobierno y mercado estiman que la economía del país crecerá 2,5% en 2013, después del magro resultado de 2012 (+0,9%).
Según Rousseff, Brasil "tiene una economía sólida y por eso ha recibido voluminosas inversiones del exterior, como lo comprueba el campo de Libra", la mayor reserva petrolera de Brasil, licitado recientemente y que será explotado por un consorcio de cinco multinacionales lideradas por la estatal Petrobras./AFP