Reviven el debate sobre un Congreso unicameral | El Nuevo Siglo
Miércoles, 20 de Enero de 2016

El unicameralismo sería positivo para el país, especialmente en la medida que se aprovechara este cambio para que el Congreso de la República recupere funciones que se le quitaron. Indicó el presidente de esta Corporación, Luis Fernando Velasco, quien considera que en el actual esquema es débil el Parlamento.

 

“Me gusta lo de una sola Cámara, un tipo de control. Entre otras cosas, me gusta en la medida que ese Congreso unicameral vuelva a tener funciones que se le quitaron. Por ejemplo, creo en un Congreso que pueda hacer de verdad el presupuesto y no solamente aprobar lo que prepara el Gobierno nacional”, dijo a Caracol Radio el senador Velasco.

 

En otras palabras, explicó, “el Congreso nace como una representación ciudadana para poner tributos y decir en dónde se aplican los tributos. Este Congreso solo sirve para poner tributos, pero no para definir las obras que se priorizan. Me gustaría ver al Congreso definiendo eso, me gustaría ver al Congreso dando permiso o no para vigencias futuras, me gustaría ver al Congreso revisando los nombramientos que hace el Ejecutivo, un poco el sistema americano”.

 

Velasco  dijo que “si vamos a fortalecer el Congreso, ese Congreso posconflicto, ese Congreso al que van a entrar nuevas fuerzas políticas que estaban luchando contra el sistema, quisiera que fuera un Congreso, puede que sea más pequeño, pero si lo vamos a hacer más pequeño, hagámoslo más fuerte”.

 

El Presidente del Legislativo dijo que en cuatro o cinco años sería necesario revisar las instituciones, y “parte de repensar cuáles instituciones, me gustaría ver un Congreso un poco más pequeño pero con verdadero poder, un Congreso que se equilibre al Ejecutivo”.

 

En ese sentido señaló que en “algún momento de la vida sí me gustaría que comenzáramos a pensar en un régimen parlamentario en este país, no para que el Congreso gobierne sino para que en el Ejecutivo estén expresadas todas las regiones del país, que solo se expresan una vez cada cuatro años cuando hay elección de Congreso, pero que terminan siendo gobernadas por unas élites muy bien preparadas, divinamente relacionadas pero que muchas veces no conocen lo que pasa en el país”.

 

En varias oportunidades se ha hablado de pensar en qué tan útil sería introducir el unicameralismo en Colombia. Sin embargo la Constitución del año 91 ratificó el bicameralismo que ha habido siempre en nuestra historia republicana.

 

Ajuicio de los historiadores, la semilla del Parlamento colombiano se sembró el 27 de noviembre de 1811, cuando se suscribe el Acta de Federación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Este Primer Congreso estuvo conformado por José Manuel Restrepo, diputado de la Provincia de Antioquia, y quien actuó como secretario; Enrique Rodríguez, por Cartagena; Manuel Campos, por Neiva; Camilo Torres, por Pamplona; y Joaquín Camacho, por Tunja.

 

Defensa del bicameralismo 

No estoy de acuerdo con esa propuesta que ha sido reiterativa a lo largo de la historia, indicó al EL NUEVO SIGLO el abogado constitucionalista y quien fue asesor de la Asamblea Nacional Constituyente, Juan Manuel Charry.

 

“Creo que en un Estado con descentralización territorial y que pretende avanzar hacia el sistema federal se justifican las dos cámaras. Y además porque el constituyente del 91 quiso modificar la política en el sentido que una cámara alta fuera de representación nacional y la cámara baja fuera de representación territorial”.

 

Añadió el jurista que los argumentos en contra del actual sistema por la escasa o en la mayoría de los casos falta de representación de los departamentos en el Senado “son equivocados porque el Senado estaba concebido para figuras nacionales, en donde el voto nacional es más difícil de corromper; mientras que el voto territorial permite el trabajo clientelista y de prebendas, y cosas de ese orden”.

 

Añadió que es saludable la división que tiene el Congreso con dos cámaras, “puede ser un poco más demorado el trámite legislativo, pero permite dos miradas distintas”.

 

Charry dijo que en alguna medida el tipo de Congreso que se tiene depende del tamaño del Estado. “En Estados pequeños pueden tener una sola cámara; los Estados grandes tienen que dividir el poder y  suelen tener dos. Colombia es un Estado mediano, y eso explica la dificultad de no haber adoptado el sistema federal, pero tampoco el sistema unitario, y de tender hacia el sistema unitario y tener dos cámaras, y descentralización administrativa”.

 

Por su parte, el representante a la Cámara Telésforo Pedraza, dijo sobre los planteamientos de Velasco que “la propuesta en el fondo no es que sea mala, pero naturalmente creo que el sistema bicameral de alguna manera le ha prestado un buen servicio a la democracia porque tanto una como la otra cámara, a pesar de los trámites, ha permitido ponerle un colador, muchas veces ha habido cosas que de uno u otro lado tenían unos vicios o unas inconveniencias o unas manifiestas debilidades en materia constitucional y legal que gracias a la otra cámara se han logrado corregir”.

 

Pedraza se refirió a otros casos, por ejemplo, “en Londres tienen la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes, sabiendo que el verdadero poder se encuentra en esta última; en Holanda uno encuentra que tiene Senado; en España tienen Senado. Ya los Estados Unidos desde la Constitución de 1787, la Constitución de Filadelfia, ellos fueron los que introdujeron no lo que tenían en el sistema parlamentario de Inglaterra sino el sistema presidencial, que ellos lo introdujeron precisamente con el bicameralismo y con una figura sobre la cual he sido reiterativo en su modificación, que es la del Senado. Allá hay dos senadores por cada Estado y el vicepresidente es el presidente del Senado cuando hay necesidad de desempatar”.