En los tres primeros debates no tuvo votos en contra pero faltando el último se hundió por vencimiento de términos.
Por Armando González
Periodista de EL NUEVO SIGLO
EN MEDIO del fin de la pasada legislatura y de su exitoso desempeño en cuanto a la agenda del Gobierno, pasó desapercibido el hundimiento por vencimiento de términos, pero faltándole tan solo un debate, del Estatuto de Ciudadanía Juvenil.
Se trató del proyecto de ley número 157 de 2010 Cámara – 127 de 2010 Senado, “por la cual se expide el Estatuto de Ciudadanía Juvenil y se dictan otras disposiciones”.
Ahora la iniciativa resucita, a través del proyecto de Ley Estatutaria número 014 de 2011 Cámara, de autoría de representante Orlando Velandia, del Partido Liberal, acompañado de 18 legisladores, de su propia bancada en su mayoría, incluyendo a los senadores Juan Fernando Cristo y Guillermo García.
Este Estatuto de Ciudadanía Juvenil, de acuerdo con sus promotores, busca establecer un marco institucional para garantizar a los y las jóvenes, el ejercicio pleno de la ciudadanía juvenil en los ámbitos civil, personal, social y público, el goce efectivo de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e internacional, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización.
En todas las legislaturas no son pocos los proyectos que se hunden por vencimiento de términos, pero esto generalmente ocurre con iniciativas que no tienen un buen ambiente político para su trámite.
Lo particular en este caso, como se lo contó a EL NUEVO SIGLO Carlos Andrés Santiago, miembro del comité técnico de promoción de la ley, el proyecto tenía todas las características del éxito, demostradas además en los tres primeros debates donde no tuvo votos en contra.
Santiago le explicó a este Diario que a raíz de que la Ley 375 de 1997 “no tiene dientes” para asegurar su cumplimiento, por lo que “no ha sido implementada ni siquiera en un 20 por ciento”, se comenzó a trabajar “con participación de jóvenes de todo el país” en un articulado que permitiera asegurar si ejecución el cual fue radicado en agosto de 2010 “con la firma de 69 congresistas”, un número inusitadamente alto para cualquier iniciativa legislativa.
Pero, faltándole un debate en la plenaria de la Cámara, el proyecto no fue puesto a consideración de los congresistas y se hundió sin pena ni gloria.
Para los promotores de la norma, la ausencia de voluntad política de los congresistas para la discusión y votación a tiempo del proyecto en la plenaria de la Cámara y su posterior conciliación con el Senado, y la falta de un compromiso real del Gobierno Nacional frente al tema, dilataron la discusión y terminaron por hacer naufragar esta iniciativa de Ley Estatutaria que requería ser aprobada en este periodo legislativo.
Para el representante Carlos Amaya, del Partido Verde, “es lamentable que el Congreso prefiera terminar las sesiones el día jueves e irse de vacaciones antes del 20 de junio, y no diera trámite a una propuesta que los jóvenes le presentaron al país”.
Amaya calificó este hecho como el punto negro en la exitosa labor legislativa del Congreso en el periodo de sesiones que termina.
Con amargura, Santiago anotó cómo “proyectos que buscan estigmatizar los jóvenes o proyectos que buscan aumentar las penas, porque nos ven a los jóvenes como generadores de conflicto, pasan sin ningún problema”.
En palabras del representante llanero Hugo Velásquez, del Partido Liberal, la plenaria de la Cámara decidió darle prioridad a un proyecto que le aumenta la edad de jubilación a los magistrados de las Altas Cortes, en vez de aprobar una iniciativa legislativa que contaba con el apoyo y consenso de los sectores políticos y sociales relacionados con la juventud y que representa el 26,5 por ciento de la población.
Velandia, que coordinó el equipo de ponentes en la pasada legislatura, manifestó que lamentaba que el programa presidencial Colombia Joven le hubiera puesto palos en la rueda al proyecto, en lugar de impulsarlo e instó al Gobierno Nacional a que el 20 de Julio con mensaje de urgencia sea presentado el proyecto de Ley Estatutaría de Ciudadanía Juvenil.
Para Santiago, “el tema de los jóvenes en este momento no es una prioridad dentro de la agenda del Gobierno”, quizás con excepción del Ministerio del Interior y de Justicia.
Sobre el papel de Colombia Joven, “que debería haber sido el apoyo, fue el que más obstáculos le puso y el que más hizo lobby para que el proyecto no lo agendaran”, declaró Santiago.
Por lo pronto, el proyecto fue nuevamente radicado en la comisión primera de la Cámara para reiniciar su tránsito en el Congreso, con la esperanza de que esta vez el pan no vuelva a quemarse en la puerta del horno.