Que la “asistencia financiera se apruebe lo antes posible” solicitó el jefe de gobierno español, el conservador Mariano Rajoy a sus homólogos europeos tras conocerse el resultado de la auditoría al sistema bancario y que estableció que el sector necesitará 62.000 millones de euros para sanearse.
El resultado "acorta las necesidades de capital en márgenes manejables y garantiza que la asistencia financiera puesta a disposición de España por nuestros socios europeos es más que suficiente", comentó Rajoy, reiterando que "su deseo" es que esa asistencia "se apruebe lo antes posible".
Tras la auditoría al sistema bancario español realizada por la consultora estadounidense Oliver Wyman y la alemana Roland Berger, el Eurogrupo comenzó a ultimar detalles de las condiciones para desembolsar este salvavidas financiero.
La demanda oficial de ayuda al sector financiero de España se "hará en los próximos días", al tratarse de una "mera formalidad", anunció el ministro de Finanzas español, Luis de Guindos, a su llegada a Luxemburgo para una reunión con sus socios de la zona euro a la que también fue invitada la jefa del FMI, Christine Lagarde.
"Vinimos a explicar cuál es la situación de la banca española", dijo el ministro. Lo "sustancial" es conocer los reportes de las auditoras independientes, argumentó.
La consultora estadounidense Oliver Wyman calculó unas necesidades de 62.000 euros en el escenario más extremo, mientras que su competidora, la alemana Roland Berger, lo estimó en 51.800 millones de euros.
A partir de ahora "elaboraremos una hoja de ruta para la inyección de capital" a la banca española, con el objetivo de cerrar el acuerdo "antes de fines de julio", aseguró De Guindos.
Sin embargo, los ministros se quedarán sin escuchar la petición formal de Madrid, que podría ocurrir hoy durante una minicumbre en Roma de Italia, Alemania, Francia y España, a la que viajará el presidente del gobierno Mariano Rajoy.
"Una vez que España haga el pedido de ayuda, nos pondremos a trabajar en ello Inmediatamente", señaló ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Europa espera así calmar los nervios de los mercados. Pero poco antes del anuncio, los intereses de la deuda española se volvieron a disparar.
Durante lo que se prevé como un caldeado verano boreal, los europeos también deberán revelar otros detalles del rescate que siguen en el aire como las condiciones que la zona euro le exigirá a España a cambio de los fondos, el plazo de devolución o el tipo de interés, barajando fórmulas que rebajen la percepción negativa en los mercados de la ayuda al sector financiero español.
Sobre todo que el rescate estará canalizado a través de un fondo público de apoyo a los bancos, lo que a la postre supondrá un aumento de la deuda del país.
Esta factura vendría acompañada de nuevas exigencias de austeridad en un momento en que el país, en recesión y con una tasa de desempleo del 24,44%, intenta reducir su déficit público del 8,9% del PIB al 5,3% este año.
Para aliviar la carga, la zona euro podría aprobar la concesión de un año más, hasta 2014, para que España cumpla su meta del déficit del 3%.
Tanto en la cita de ayer como en la de hoy en Roma es tema de debate la idea lanzada por el mandatario italiano, Mario Monti, de que el fondo de rescate compre deuda española e italiana en los mercados secundarios, en lo que ha sido considerado como un rescate blando./EL NUEVO SIGLO – AFP