Dos ex dirigentes de ETA, "Antza" y "Anboto", aprovecharon la apertura de su proceso en apelación en París para denunciar "la oposición a todo diálogo" de Francia y España respecto al conflicto vasco, un año después del lanzamiento de un proceso de paz.
Las declaraciones del ex número uno del aparato político de la organización, Mikel Albisu Iriarte, alias "Antza", y de su compañera Soledad Iparraguirre Guenechea, alias "Anboto", otra dirigente histórica de la organización armada, había sido anunciada como "importante" por el movimiento independentista vasco Batasuna.
Fue en una sala del tribunal casi desierta que los dos militantes, ambos de 51 años de edad, leyeron en francés una larga declaración en la que comentaron "los cambios" ocurridos en el País Vasco desde su proceso en primera instancia, en 2010.
El 20 de octubre de 2011, ETA anunció que renunciaba a la violencia tras 40 años de lucha armada. La organización es considerada responsable de la muerte durante esos años de 829 personas.
Ese mismo mes, se trazó un proceso de paz en la conferencia de Aiete (España) en presencia del premio Nobel de la Paz Kofi Annan.
Pero Francia y España "rehusan integrar la nueva situación" y "persisten en el impulso represivo", estimó Anboto, comparando esa actitud con "los gestos y decisiones hacia una solución del conflicto" propuestos por "ETA y la sociedad vasca".
"La oposición a todo diálogo de los gobiernos francés y español", denunció Antza, se traduce en la continuación de "detenciones de ciudadanos vascos, que son torturados después", sostuvieron.
"Cerrar la herida"
Los dos acusados citaron la reciente detención en Francia de Aurore Martin, militante de la organización independentista Batasuna, y su extradición a España, así como la redada realizada por la policía francesa a fines de octubre en Mâcon (este de Francia) contra "camaradas" de la ETA.
"Ua delegación de ETA espera desde hace largos meses reunirse con representantes de los gobiernos francés y español para hablar de las víctimas causadas por el conflicto y asumir la responsabilidad de ambas partes", afirmó Anboto.
"Hay que hablar de desarme, de desmilitarización y de los presos para cerrar definitivamente la herida", agregó.
España y Francia exigen el desmantelamiento completo del arsenal de ETA y su disolución si condiciones. Por su parte, la organización avanza como principal reivindicación de negociación la liberación de sus presos.
El sábado, unas 15.000 personas manifestaron en Bayona (suroeste de Francia) en lo que fue el más importante mitin de los últimos años en favor de los derechos de los presos vascos.
Según el movimiento Herrira, 624 presos vascos están encarcelados, de los cuales 137 en Francia, dispersos en 32 presidios.
"Yo estoy en vuestros calabozos desde hace ocho años", dijo Anboto, que se presentó como "maestra". Por su parte, Antza, considerado como un "intelectual" de la organización, declaró ser "escritor".
Ambos fueron detenidos en octubre de 2004 durante una gran redada llevada a cabo en Salie-de-Béarn (suroeste de Francia) que permitió asimismo encontrar armas ocultas. En la época, el gobierno español calificó de "histórica" esa operación.
Mikel Albisu Iriarte y Soledad Iparraguirre Guenechea son inculpados de una docena de cargos, entre ellos extorsión, falsificación y dirección de una organización con objetivos terroristas. Son pasibles de 30 años de prisión. En primera instancia fueron condenados a 20 años acompañados de una pena de seguridad de dos tercios.
"Esperábamos algo importante, declaraciones nuevas. Y hemos escuchado las mismas acusaciones hacia España y Francia y la misma glorificación de ETA", declaró el fiscal Jean-François Ricard, señalando su "decepción" por "la negativa" de los acusados de "asumir sus responsabilidades ante los hechos incriminados".
AFP