El enviado internacional de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, está a punto de renunciar en medio de la creciente frustración por el estancamiento de los esfuerzos internacionales para poner fin al recrudecido conflicto, dijeron diplomáticos el miércoles.
Brahimi "tiene ganas de renunciar pero lo están convenciendo para que se mantenga por unos pocos días más", dijo un diplomático del Consejo de Seguridad del organismo. "Él le ha dicho a todos que quiere dejarlo, (pero) hay una pequeña esperanza de que se quede", comentó a la AFP un diplomático árabe ante la ONU.
El exministro de Relaciones Exteriores argelino de 79 años sustituyó al exsecretario general de Naciones Unidas Koffi Annan como enviado de paz para Siria el 17 de agosto pasado. Desde que asumió la responsabilidad, Brahimi ha admitido muchas veces que enfrenta una tarea cuesta arriba.
El diplomático ha sido criticado tanto por la oposición siria como por el gobierno del presidente Bashar al Asad, que declaró la semana pasada que no cooperaría más con él.
Como ocurrió anteriormente a Annan, la frustración de Brahimi ha ido en aumento por la incapacidad de las potencias de ponerse de acuerdo sobre un plan para poner fin al conflicto, que en dos años ha dejado más de 70.000 muertos, según cifras de la ONU.
Rusia vetó en tres oportunidades resoluciones de la ONU que buscaban aumentar la presión sobre Asad, mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han ido aumentando las ayudas a grupos opositores en los meses recientes.
Pero la decisión de la Liga Árabe de reconocer a la Coalición Nacional Siria como la instancia de gobierno legítima fue la gota que rebasó el vaso para el veterano negociador, apuntaron diplomáticos.
"Quiere renunciar porque siente que la Liga Árabe ha actuado por su cuenta en direcciones un poco diferentes de la de la ONU", dijo el diplomático del Consejo de Seguridad.