La Organización de Estados Americanos (OEA) abrió este lunes su Asamblea General otorgando luz verde al secretario general, Luis Almagro, para iniciar de inmediato reformas para modernizar y hacer más eficiente el organismo, pero también preocupada por la crisis política en Guatemala.
El organismo aprobó una resolución que instruye a Almagro a presentar al Consejo Permanente su propuesta de ajustes a la estructura de la Secretaria General, a más tardar el 31 de julio de 2015.
El Consejo Permanente también podrá transferir recursos para adaptarse a las modificaciones de la OEA.
El documento es considerado por el organismo como el paso inicial para revisar su estructura -al ser una de las entidades más antiguas del mundo en su tipo-, con el fin de planificar una actualización ajustada a la realidad geopolítica del siglo XXI.
"Queremos instaurar una cultura de resultados", dijo Almagro, un veterano diplomático uruguayo que se inaugura como cabeza del ente regional durante una Asamblea General, tras la salida en escena del chileno José Miguel Insulza, quien condujo la entidad por una década.
En sintonía con el proceso iniciado por Insulza, impulsor de la adopción de una nueva "Visión Estratégica" para la OEA, Almagro subrayó que "debemos ser más eficientes con nuestros costos" a la vez que construir puentes con otros organismos regionales.
Así, señaló que ha comenzado un diálogo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para "evitar duplicación" de funciones, en una alusión a dejar a ese organismo el rol principal en las labores de desarrollo.
En la visión de Almagro, los diplomáticos de todo el continente deben concentrarse en "buscar los mejores caminos para que la OEA sea esa plataforma hemisférica de diálogo político que por su configuración ningún otro instrumento puede generar".
La legitimidad que la OEA precisa expandir debe surgir "de una actuación de defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos, sin dobles discursos", añadió.
En total 19 ministros de Relaciones Exteriores de los países del continente se dieron cita en la capital estadounidense, que debió asumir el rol de anfitrión luego que Haití -la sede original de las reuniones- desistiera por limitaciones económicas.
- Preocupación por Guatemala -
No obstante la agenda establecida, la Asamblea dedicó parte de su sesión matutina a discutir un proyecto de resolución presentado por el canciller de Argentina, Héctor Timerman, en apoyo a la realización de elecciones generales en Guatemala y rechazo a una eventual ruptura del orden constitucional en ese país.
La situación en Guatemala, cuyo presidente Otto Pérez podría perder su inmunidad por las denuncias de presunta responsabilidad en escándalos de corrupción en su gobierno, es de "preocupación" para Argentina, señaló Timerman.
Cancilleres y altos representantes latinoamericanos expresaron un virtual consenso en aprobar de inmediato un borrador que rechaza "cualquier amenaza de ruptura del orden constitucional" en Guatemala y manifiesta el apoyo al gobierno guatemalteco "en sus esfuerzos por fortalecer el Estado de derecho y preservar la institucionalidad democrática".
El texto fue respaldado rápidamente por varias delegaciones y parecía que iba a ser aprobado de manera unánime. Sin embargo, la representante de San Vicente y las Granadinas, La Celia Prince, pidió más tiempo para que los países caribeños puedan revisar el texto en sus idiomas respectivos.
La 45ª Asamblea General también aprobó una resolución de apoyo a la Convención Interamericana sobre protección a personas mayores, y otra en soporte a iniciativas hemisféricas en materia de desarrollo integral.
Las intervenciones de las delegaciones continúan este lunes, pero quedará para el martes la elección de cuatro miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y otros cuatro para la Corte (CorteIDH), además de dos integrantes del Comité Jurídico Interamericano.
- El ausente siempre presente -
Una discusión sobre la ausencia de Cuba en la OEA, el elemento más evidente de la necesidad de la entidad de adaptarse a la actualidad, y en plena vigencia desde el espectacular anuncio de reaproximación entre La Habana y Washington en diciembre pasado, no ocupó las discusiones durante la Asamblea.
Las normas de procedimiento determinan que cualquier delegación puede proponer un tema de agenda o abrir una discusión.
El tema solo fue comentado por el canciller de Bahamas, Frederick Mitchell, quien expresó su visión de una OEA en la que "todos los 35 estados (americanos) puedan sentarse" en la mesa regional./AFP