Grupos de activistas pro inmigrantes anunciaron este martes más protestas para exigir que el presidente, Barack Obama, ponga fin a las deportaciones y el Congreso apruebe una reforma migratoria, a casi un año de que el Senado la aprobara.
"Estamos fijando un plazo al Congreso para que apruebe una reforma migratoria real y significativa", dijo Steve Choi, activista de Nueva York del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés).
Durante una conferencia telefónica, FIRM, que abarca varias organizaciones en Estados Unidos, fijó el 28 de junio como fecha límite para que la Cámara de Representantes aprobara un proyecto similar al que sancionó un año y un día antes el Senado.
"El reloj está corriendo", dijo Petra Falcón, de Promise Arizona.
Hasta entonces, los activistas realizarán una serie de actividades y acciones de "desobediencia civil" en Washington y otras ciudades, para buscar el voto en la cámara baja del Congreso, según anunciaron.
Las protestas también están destinadas a Obama, en cuyo mandato más de dos millones de indocumentados han sido deportados, un número mayor que en los gobiernos anteriores, según activistas.
"Obama, su tiempo se acabó", dijo Choi, instando al mandatario a decretar una medida que detenga las deportaciones masivas.
Obama se defiende responsabilizando al Congreso por el elevado número de deportaciones, y alega que él no tiene otra opción que hacer aplicar la ley mientras el Poder Legislativo no aprueba una amplia reforma migratoria.
El texto aprobado por el Senado contempla una vía a la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes ilegales, así como un refuerzo de la vigilancia de la frontera y una revisión completa del sistema de otorgamiento de visas, entre otras iniciativas.
No obstante, el proyecto sigue encontrando la oposición de los republicanos en la Cámara de Representantes, y analistas coinciden en que difícilmente será sometido a votación antes de las elecciones legislativas de noviembre de este año.