El Gobierno no persigue con la iniciativa cuadrar el balance fiscal, sino motivar un mayor crecimiento.
CON EL objetivo fundamental de estimular a las empresas para que realicen más negocios y así incrementar la generación de empleo, el Gobierno está ultimando el proyecto de lo que será la próxima reforma tributaria y que posiblemente será presentada al Congreso a finales de agosto.
En diferentes declaraciones públicas, tanto el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, como el director de la DIAN Juan Ricardo Ortega, han dejado entrever algunos puntos básicos de lo que será la iniciativa y que EL NUEVO SIGLO destaca.
Por ejemplo, para estimular a las empresas habrá un profundo revolcón en las exenciones y devoluciones tributarias. El proyecto, que excluye incremento en los impuestos, busca compensar ese desbalance ampliando la base gravable para que más colombianos paguen impuestos.
La idea es bajar el impuesto a la renta pero incrementar el número de contribuyentes obligados a pagarlo. Al mismo tiempo, estas decisiones serán complementadas con una propuesta para reducir la tramitomanía y el estímulo a las empresas para que legalicen y cumplan con el pago de los impuestos.
El Ministerio de Hacienda ha explicado que los beneficios constituyen aquellas deducciones, exenciones y tratamientos tributarios especiales, presentes en la legislación tributaria que implican una disminución en la obligación para los contribuyentes, generando menores recaudos para el Estado.
Incluso Echeverry dijo que el país no necesita una iniciativa para buscar mayores ingresos como lo ‘recomienda’ el Fondo Monetario Internacional (FMI), porque esas mayores necesidades fiscales se consiguen con la reforma tributaria aprobada a finales del año pasado y con el trabajo que realiza la DIAN para incrementar los recaudos.
El funcionario ha recalcado que las reformas para alcanzar el equilibrio fiscal en 2014 ya fueron aprobadas por el Congreso y que la reforma tributaria que seguramente presentará el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos en este segundo semestre, es “para promover más volumen de negocio y más empleo. No la necesitamos para más recaudo”.
Un informe del Ministerio de Hacienda explica que “uno de los objetivos es implementar un esquema tributario acorde con el ciclo de vida de las empresas, facilitando su desarrollo inicial y sus posibilidades de expansión”.
Y agrega que la reforma busca incentivar los “aportes al sistema de seguridad social, y que contribuya en una mejora de los sistemas de información para reducir la evasión”.
En la última Convención Bancaria realizada en Cartagena, el director de la DIAN Juan Ricardo Ortega manifestó que la idea de la reforma tributaria la están socializando. “Tenemos la tarea de hablar con gente, empresarios, y en el objetivo es mejorar el recaudo en Colombia”, subrayó.
Aunque no lo dijo directamente, el funcionario dejó entrever que la próxima reforma tributaria sería para bajar impuestos, en especial la tasa de renta, que está hoy en 33%.
Por otro lado, el Ministro Echeverry dijo que la próxima reforma no es para resolver problemas de liquidez. “Nosotros le apostamos a la tributaria que pasó en diciembre del año pasado. Una vez la tributaria dio recursos, el Gobierno se quedó tranquilo para arrancar el año 2011 y ya podemos pensar en una reforma más generosa, más positiva, que genere empleo y crecimiento, que es la que estamos pensando”, sostuvo.
Asimismo, ha señalado que la reforma debe ser atractiva para la inversión extranjera, para generar negocios.
En declaraciones a una revista nacional, Echeverry expresó que “me gustó mucho el enfoque del director de temas tributarios de la OECD, que dice que en materia de reforma tributaria no hay una talla para todos los países ni una conceptual para todas las economías. Uno debe preguntarse dónde quiere tener el país en diez años y apuntarle a eso. Ese es un enfoque totalmente diferente”.
El mismo funcionario descartó que la próxima reforma sea para ponerle más IVA a productos de la canasta familiar, al considerar que hoy el IVA recauda 6 puntos del PIB, que es una cifra positiva por lo que descarta que “el problema ahora no es fiscal, es empleo, crecimiento y volumen de negocios”.
La idea fundamental es premiar el ahorro de las empresas. Explicó Echeverry que “si a las empresas grandes que generan empleo usted les dice que ahorren más y les da un incentivo tributario, ellas invertirán más, crecerán más y generarán más empleo. Y cada empleo formal que se genera tributa a salud y a pensiones, e indirectamente el hueco fiscal se va reduciendo. Ahora, si yo genero empleo formal, soluciono en buena parte el problema de salud y pensiones, por mayor cotización. Ese es un efecto indirecto del enfoque principal, que es generación de negocios. Yo quiero una reforma tributaria que formalice los negocios en Colombia, que revele el valor de la economía y promueva que los colombianos transemos por encima de la mesa”.