Viable, así se encontró la reforma al sistema de salud contenida en la Ley 1438 de 2010, por parte de la Corte Constitucional.

Al ser tramitada como una ley ordinaria, el alto tribunal comentó que no se violó la Constitución, debido a que no se afectó el derecho fundamental a la salud.

La Ley 1438 incluye medidas tendientes a la unificación de los planes de beneficios para todos los usuarios, a la universalidad del aseguramiento y a la garantía de portabilidad o la prestación de los beneficios en cualquier lugar del país.

Además, contempla nuevas obligaciones para los usuarios del sistema de salud, como contribuir, según su capacidad económica, al cubrimiento de las prestaciones y servicios adicionales en el núcleo familiar.