Expertos del Fondo Monetario Internacional abogaron el miércoles por la redistribución de la riqueza y la lucha contra la desigualdad, revisando posiciones tradicionales de una institución que priorizó la austeridad económica.
Según el estudio, las desigualdades sociales no debería ser desdeñadas por los gobiernos, ya que "amputan el crecimiento" al reducir el acceso a la educación y alimentan la inestabilidad política y económica.
"Sería un error focalizarse en el crecimiento y pensar que las desigualdades desaparecerán por sí mismas, incluso por la simple razón de que ello desemboca en un crecimiento débil e inviable", señalan los autores del estudio, que recibió la aprobación del jefe de economistas del FMI, Olivier Blanchard.
En consecuencia, estos expertos no dudan en contradecir a ciertos economistas liberales que afirman que la redistribución de la riqueza por medio de impuestos y transferencia de recursos (subsidios, ayudas, etc) desalientan la iniciativa privada y finalmente resultan nocivos para la actividad económica.
"Hemos encontrado escasas señales de que los esfuerzos de redistribución tradicionales tengan un impacto negativo sobre el crecimiento", subrayan.
Según el documento, esas medidas por el contrario permiten sostener un crecimiento "más rápido y más durable" y muestran que la inacción ante fuertes desigualdades es indefendible "en numerosos casos".
Este estudio se desmarca así netamente de las recomendaciones del FMI a los países en crisis que por lo general se centran en la reducción de los tributos y del gasto público y marginan las desigualdades sociales.
Sin embargo el documento no refleja la posición oficial del Fondo y uno de sus autores, Jonathan Ostry, admitió que no tiene "implicaciones directas" en la concepción de los programas de ayuda del FMI ni sobre sus recomendaciones.
Pese a esas salvedades, la organización no gubernamental Oxfam se congratuló por el estudio, esperando que signifique un "cambio de tono" del Fondo, en momentos en que su directora gerenta, Christine Lagarde, también expresara su inquietud sobre el impacto de las desigualdades en las sociedades y las economías.
"El FMI desarma el viejo mito de que la redistribución sería nefasta para el crecimiento y destruye los argumentos en favor de la austeridad", afirmó Nicolas Mombrial, director de Oxfam Washington.