Repensando la reforma | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Enero de 2014

Aunque las altas Cortes judiciales sólo retoman la próxima semana sus labores cotidianas, trascendió que varios magistrados habrían intercambiado propuestas durante la vacancia judicial con el fin de definir cuál debe ser la postura de los más altos tribunales frente a la posibilidad de una reforma a esa Rama del poder público. Como se sabe, la Casa de Nariño abrió la posibilidad de presentar después de marzo un proyecto en ese sentido al Congreso, idea que ha recibido apoyos y críticas en las toldas partidistas.

 

¿Dos etapas?

Trascendió, por ejemplo, que un sector de magistrados del Consejo de Estado es partidario de que la reforma no se haga de manera integral, sino que sea por etapas. “… Debemos ser conscientes de que el Congreso en marzo-junio estará distraído en la época electoral y que en julio asumirá otro Parlamento, que podría ser muy distinto al saliente…”, precisó una alta fuente del Consejo de Estado a un periodista de EL NUEVO SIGLO. En ese orden de ideas, según la misma fuente, hay magistrados que consideran que la reforma podría dividirse en dos partes: una estructural y otra coyuntural.

 

La estructural

De la primera harían parte los temas más gruesos y de mayor calado constitucional. Es decir que ese proyecto debería ir lo relacionado al sistema de gobierno de la Rama, una nueva delimitación funcional y jurisdiccional de las altas Cortes, los ajustes al alcance de las jurisprudencias, la autonomía presupuestal… “Son asuntos de mayor calibre que requieren no sólo un estudio a fondo, previo y serio, sino que deben ser consensuados con la Rama, las altas Cortes y luego sí llegar con una posición unificada al Congreso”, precisó la alta fuente judicial, para quien es claro que esa reforma sólo podría ser presentada a partir de julio, al nuevo Parlamento, con un Ejecutivo jugado en su respaldo y luego de ser trabajada durante el primer semestre.

 

La coyuntural

La otra reforma tendría un tinte más coyuntural y allí, en principio, iría lo referido a temas que han afectado la imagen de la Rama, como los escándalos sucesivos en el Consejo Superior de la Judicatura. En el Consejo de Estado no es tan clara la postura en torno a eliminar de un tajo la Judicatura, sino que ahora se inclinan más por someter la entidad a una cirugía de fondo, sobre todo en lo relativo a las funciones de las salas Administrativa y Disciplinaria.

 

Poco ambiente

Por lo pronto, si bien en el alto Gobierno se considera que es urgente una reforma judicial, también hay visiones más pragmáticas que sostienen que el palo no está para cucharas… En otras palabras, que por más que el ministro Alfonso Gómez Méndeztenga muy clara la idea de lo que debería contener el revolcón a la Rama Judicial, el ambiente político y electoral no está dado para abocar un proceso tan complejo.