Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Sábado, 30 de Julio de 2016
Redacción Política

Una de las principales preocupaciones del Partido Conservador es la posibilidad de que el Gobierno y las maniobras de otros partidos embolaten la promesa presidencial de que el próximo Procurador General sea alguien cercano a la colectividad azul. Varios de los candidatos que han vendido sonando, como el exministro Fernando Carrillo o el hoy Fiscal General (e) Jorge Perdomo, son de clara extracción liberal, en tanto que algunos de los candidatos conservadores que se mencionan  no tendrían mayor opción pues o son muy cercanos al actual jefe del Ministerio Público, Alejandro Ordóñez, o al expresidente Andrés Pastrana ambos muy críticos del proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, por lo que se descarta la posibilidad de que las mayorías gobiernistas se inclinen por ellos.  

Conservadores piden un conservador de verdad

Uno de los senadores más veteranos del conservatismo le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que se convocará en próximas semanas a una cumbre de bancada para analizar única y exclusivamente este asunto y lograr del presidente Santos un compromiso político para que su ternado para la Procuraduría sea un conservador que tenga el aval del Partido y no alguien “que de un momento a otro le dé por decir que tiene sangre azul”. Se dice que Perdomo podría ser postulado por la Corte Suprema de Justicia y que Carrillo tendría opciones de serlo por el Consejo de Estado.

Robledo no tendría mucho chance

También se habla en algunos corrillos políticos de que un posible candidato a la Procuraduría sería el actual titular de la Superintendencia de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, quien ha liderado todas las investigaciones sobre cartelización de empresas para fijar precios amañados. Sin embargo, Robledo no sólo tiene ahora periodo fijo cuatrienal, lo que garantiza su estabilidad en el cargo, sino que es visto desde las toldas de La U y los liberales muy cercano a Cambio Radical, lo que podría dificultar su postulación y escogencia, sobre todo porque en esas dos colectividades se insiste en que el vargasllerismo terminó, a través del ya elegido Néstor Humberto Martínez, quedándose con la Fiscalía General.

 

¿Temas gruesos de La Habana aplazados?

Se afirma en las toldas del uribismo que el Gobierno y las Farc estarían pensando en que algunos temas polémicos, sobre todo relacionados con las gabelas políticas a esa guerrilla, no se concretarían de manera puntual y detallada en el acuerdo final a firmarse en La Habana en próximas semanas, sino que allí apenas se haría una mención genérica. Esto con el fin de que la opinión pública no se impacte con asuntos claramente impopulares, como la asignación de curules a la subversión en el Congreso, las asambleas departamentales y los concejos municipales. Así las cosas, se dejaría autorizado en el acuerdo que habrá participación política directa y temporal de las Farc, sin necesidad de pasar por las urnas, pero sería la reforma al sistema electoral, que se tramitaría en el Congreso, después de votar el plebiscito, en donde se señalaría específicamente el cómo, cuándo, cuántas y dónde de las curules para el movimiento político que surja de una guerrilla desmovilizada.